La saga Terminator cuenta con 6 secuelas distintas a lo largo de nada menos que 35 años. La primera de ella se estrenaba el 26 de octubre de 1984 y el protagonista de la misma, un Terminator T-800 modelo Cyberdyne 101 y encarnado por el actor austriaco Arnold Schwarzenegger, hacía de las suyas a lomos de una Honda CB750 Four algo preparada. Luego llegó la segunda parte, «Terminator 2: El juicio final», y quizás una de las escenas más emblemáticas de la saga. Os hablamos como no de la persecución llevada a cabo por un T-1000 (Patrick) donde Arnold Schwarzenegger a los mandos de Harley-Davidson Fat Boy se enfrenta desaforadamente a él.
Pues bien, ahora hemos conocido por medio de los compañeros franceses de Le Repaire como sería la moto definitiva de Terminator según Bernd Meyer, un modelista experimentado que hacía prototipos de automóviles en arcilla a tiempo completo. Esta ha sido concebida empleando como base para el proyecto una Honda CBX 1000, aunque de esta queda más bien poco, como podemos observar en las fotografías que os mostramos.
Nada menos que 10 años le ha llevado completar este proyecto a su creador, y como decimos de la CBX 1000, únicamente queda el propulsor de seis cilindros. Alrededor de él hay montado un esqueleto de aluminio cortado mediante sistema CNC que cuenta con unas formas realmente de película. Este fue diseñado inicialmente a escala ½ para posteriormente llevarlo a la práctica en tamaño real.
Alrededor de esta carrocería encontramos infinidad de luces LED, intentando darle ese toque de ciencia ficción con el que contaba la icónica saga televisiva. Otros detalles como un frontal que simula la cabeza y torso del T-800 que aparece en la primera parte, nos retrotrae automáticamente hasta el año 1984 y las escenas donde este perdía parte de la piel que lo recubría ,y dejaba al descubierto su estructura metálica.
Algunos problemas técnicos como un peso excesivo precisamente en el frontal, derivados de los brazos que se anclan directamente a la horquilla, terminaba afectando a la conducción y conllevó algunos cambios a lo largo del proyecto, siendo este uno de los motivos que lo hicieron finalmente tan largo y tedioso. En cualquier caso la moto es totalmente funcional y quien ha tenido el privilegio de probarla dicen que se asemeja, por tacto y rodadura, a una Boss Hoss BHC3-LS3. Realmente bestial en todos los sentidos.