Sí, en un alarde de superación y determinación, el épico piloto Steve Mercer ha anunciado sus ambiciosos planes para volver a subirse a una motocicleta. Un sueño que ha mantenido vivo a pesar de las secuelas de un grave accidente en el TT de la Isla de Man (IOMTT) en 2018.
Aquel fatídico 30 de mayo, mientras regresaba a los boxes tras la suspensión de una sesión de entrenamientos por bandera roja, Mercer sufrió una colisión con un coche en el circuito.
El impacto le dejó lesiones severas, incluyendo múltiples fracturas en la columna, una fractura pélvica, pulmón perforado y una fractura abierta en el fémur derecho (que acortó su pierna en 10 centímetros). Además, estuvo en coma una semana y despertó paralizado del cuello para abajo debido a un hematoma en el tronco encefálico.
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Así es la fuerza de Steve Mercer
A pesar del devastador diagnóstico inicial, Mercer ha demostrado una resiliencia extraordinaria. Tras años de terapia y rehabilitación, ha recuperado muchas funciones, aunque sigue dependiendo de una silla de ruedas debido a la lesión en su columna vertebral. Sin embargo, eso no ha frenado su deseo de volver a pilotar.
Recientemente, Mercer adquirió una Honda CBR1000RR-R Fireblade SP con el objetivo de participar en las jornadas abiertas de Brands Hatch, su circuito local. Pero más allá de cumplir un deseo personal, su regreso pretende servir de inspiración para otras personas en procesos de recuperación similares. Es decir, servir de ejemplo.
Nuestro protagonista declaró hace poco “Sé que será un reto, no tengo ninguna duda. Durante estos últimos siete años, siempre he soñado con volver a subirme a una moto. Es algo que me ha mantenido motivado y que realmente necesito hacer por mí mismo”.
Para Steve, uno de los mayores ejemplos que le ha inspirado es el de la fallecida Claire Lomas, quien, tras quedar paralizada del pecho para abajo en 2007, logró volver a aprender a pilotar una motocicleta y completar una vuelta en el circuito del North West 200 en 2023, recaudando fondos para la fundación Nicholls Spinal Injury.
“Hablé con ella varias veces en redes sociales y pensé, si ella pudo hacerlo, yo también puedo» explicó Mercer. “Llevo montando motos desde los seis o siete años, así que tenía que haber una forma de volver a hacerlo. Creo en ello y por eso he decidido intentarlo”. Concluyó.
Dado que su pierna derecha ha quedado sin funcionalidad, y su fémur sigue siendo 3 cm más corto que el izquierdo, Mercer todavía está trabajando en las modificaciones necesarias para poder pilotar con seguridad. Entre ellas, está considerando la instalación de un sistema de cambio de marchas electrónico en el manillar, que le permita manejar la transmisión sin necesidad de utilizar el pie derecho.
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Aunque valoró otras opciones de motocicletas con una posición de conducción más erguida, finalmente se decantó por la legendaria Honda, debido a su estrecha relación con la fábrica. De hecho, la misma firma con la que compitió en el Mundial de Resistencia junto a John McGuinness y Conor Cummins en 2016. Además, tras su accidente, la compañía apoyó a su esposa Caroline financiando una parte significativa de su alojamiento en Liverpool durante su hospitalización.
“Honda siempre ha sido mi marca favorita”, explicó Mercer. “Me contrataron dos veces: una en 2016, cuando competí con ellos, y otra, desafortunadamente, cuando todo salió mal. Pero incluso en los momentos más difíciles, demostraron su apoyo, y eso es algo que nunca olvidaré”.
“Cuando estaba en el hospital, muchos médicos y enfermeras me decían que nunca volvería a montar en moto. No sé si lo hacían para motivarme o porque realmente lo creían, pero decidí tomarlo como un desafío. Además, pensé. Voy a demostrarles que están equivocados. Y aquí estoy, listo para hacerlo realidad”, concluyó Mercer.
Sin duda, una historia épica, la de este caballero.