Silence se ha convertido, por tercer año consecutivo, en la marca de motos eléctricas líder tanto en España como en Europa. Hay que decir que, parte del éxito, es debido a que es una de las motos más elegidas para sistemas de motosharing (alquiler), pero esto no impide que sus cifras sean asombrosas. Para que nos hagamos una idea, en 2020 cerró con una cuota de mercado en la categoría L3e (motos eléctricas) del 66% en España y del 40% en Europa.
Las ventas crecieron, respecto a 2019, en un 17,2%, incluso con la pandemia que cerró fábricas y concesionarios. Su modelo Silence S02 estuvo en lo alto de ventas de motos durante arios meses, y se ha convertido en el quinto vehículo más vendido del año. En Europa también ha sido la moto eléctrica más vendida.
Dejando a un lado el canal profesional (flota y alquilers), Silence también ha liderado el mercado de particulares. Con una facturación en 2020 de 38 millones de Euros, Silence cuenta con presencia en 30 países y 76 puntos de venta.
Una de sus grandes virtudes es el sistema de extracción de batería tipo «trolley», que permite transportarla con facilidad y llevarla a casa, si no tenemos en el garaje una toma para conectar y recargar. Además, permite crear un sistema sencillo de intercambio de batería para recargas más rápidas, o poder adquirir un vehículo sin la batería, reduciendo su coste de adquisición y pagando un alquiler por el uso de la batería solamente cuando se usa la moto.
Carlos Sotelo, se refería de la siguiente manera al sistema de batería extraíble ideado por Silence: «El nuestro es un caso real. Las motos de ACCIONA, el mayor operador del mundo de motosharing, la MÓ 125, o las propias SILENCE, utilizan la misma batería intercambiable extraíble».
«Quiero agradecer el esfuerzo de todo el equipo humano que forma Silence, un equipo joven que está liderando esta fase inicial de la movilidad cero emisiones. Con su esfuerzo estamos transformando el sector».
