Si de algo sabemos en España son de normas para motos que, en muchos casos, se hacen con buena intención pero que a la hora de la verdad no tienen en cuenta a los propios moteros ni las realidades. Esto es lo que está pasando en Ciudad de México, donde los usuarios de moto se han revelado contra las autoridades en contra de la implantación de una nueva ley que iba a entrar en vigor el próximo uno de diciembre y que, por ahora, parece que va a retrasarse tras las manifestaciones.
Esta reforma de la ley se basa en tres pilares básicos: el uso de determinados carriles, el uso de casco y la exigencia de licencias de conducción. Tres puntos que, como decimos, han provocado que miles de usuarios hayan salido a la calle para protestar ante una normativa, que consideran elaborada a cabo sin tener en cuenta a los propios usuarios y ante el desconocimiento del uso real de la moto.
En lo referente al uso de carriles, desde el 1 de diciembre no podrán circular por los carriles rápidos las motos de menos de 300 cc. Sí podrán hacerlo todas aquellas que superen esta cilindrada y lo esgrimido por parte de Andrés Lajous, secretario de Movilidad de Ciudad de México, y recogido por El País daba como motivo el hecho de que “Las motocicletas más chicas son más inestables. Y justamente en las vialidades de acceso controlado es donde agarran más velocidad y muchas veces la inestabilidad está asociada a la alta velocidad, además estas las usan personas que no tienen mucha experiencia, y las motocicletas más grandes suelen ser más estables”. Palabras que llaman mucho la atención y que mezclan conceptos con la alegría típica de quien no es muy experto en la situación.
Más serio es el tema del uso del casco. Las autoridades de la ciudad quieren asegurarse de que los cascos empleados sean de moto, algo que tiene toda la lógica y que como demuestran miles de estudios a lo largo y ancho del mundo, salva vidas. Según el propio Lajous hay usuarios empleando cascos de obras o bicicletas, de ahí que quieran ponerse más duros en ese sentido.
El último tema que ha calado hondo ha sido el de las licencias y permisos de conducir. Pretenden imponer un sistema en el que los permisos requieran de determinadas pruebas para comprobar la pericia.
No hay que olvidar que esta nueva normativa, como decíamos al principio, en el fondo lo único que busca es bajar la siniestralidad de las motos. En Ciudad de México se registraron 8.300 accidentes de tráfico entre enero y marzo de 2022 y aunque los usuarios de moto son mucho menos que los de coche, supusieron el 44% de las personas lesionadas y el 39% de las personas fallecidas.