A partir de ahora sacarse el carné de moto en Italia será más difícil, y seguramente más caro, algo por lo que los españoles ya pasamos hace algún tiempo. El decreto del Ministerio del Transporte italiano (el que no existe en España, donde depende de Interior) se aprobó el 26 de septiembre y entró en vigor el 12 de octubre. Sobre todo afecta a las pruebas prácticas para obtener el carné A1, A2 y A, que son equivalentes a los nuestros. Esto adapta su normativa a la directiva europea de 2013, que tenía cinco años de plazo para que los países la incorporaran a su legislación.
Hasta ahora en Italia tenían seis fases o pruebas diferentes y a partir de ahora serán tres pero más exigentes. Una, para comprobar que el candidato se puede preparar para una conducción segura. Otra, para comprobar que es capaz de superar un examen práctico en circuito (“maniobras”). Y por fin la tercera para comprobar que también es capaz de superar la prueba de conducción en el tráfico (“circulación”).
Para presentarse al examen el candidato deberá llevar obligatoriamente todo esto: casco integral (importante, no vale abierto), chaqueta con protecciones en hombros y codos, pantalones largos con protecciones en rodillas, calzado cerrado, guantes, y espaldera. No se comenta si las protecciones de la chaqueta o los guantes deben ser homologados, curiosamente, cuando sí insisten en el casco integral.
La nueva prueba práctica, cerrada al tráfico, se deberá hacer a más de 30 y menos de 50 km/h. Y, como en España, hay un tiempo máximo y mínimo de realización, para comprobar la agilidad del candidato. Habrá que hacer dos pruebas, de nuevo como aquí, una más lenta para comprobar el equilibrio (eslalon y pasillo estrecho) y la otra más deprisa (eslalon más rápido y esquiva de obstáculo más frenada). La mayor velocidad implica que los espacios que tenían las autoescuelas hasta ahora para practicar y examinarse no sirven (hace falta más sitio) y están negociando con ayuntamientos cómo afrontarlo, incluso han pedido un tiempo de prórroga.