Seguro que si empezamos a preguntar por Lamborghini, sin más, serán muchos los que la ubicarán rápidamente como una marca de coches de alta gama. También la ligarán con facilidad a Italia y lo más probable es que más de uno sepa que empezó fabricando tractores para pasar a fabricar coches después de tener un encontronazo con el mismo Enzo Ferrari por los problemas que le acarreaban los coches del “Cavallino Rampante” con su falta de fiabilidad. Tan acalorada fue la conversación entre Ferruccio Lamborghini y Enzo Ferrari que el primero comenzó a fabricar sus propios vehículos.
Eso sí, lo que muy pocos sabrán es que en la segunda parte de la década de los ’80 del siglo pasado, con Lamborghini fuera de su propia empresa ya jubilado y con los setenta años cumplidos, esta se encontraba bajo la dirección de Patrick Mimran y es ahí cuando comenzaron los flirteos con las motos.
De hecho se puede considerar que no se pasó prácticamente del planteamiento y únicamente se llegaron a aceptar cincuenta pedidos para fabricar motos Lamborghini. Dicho esto, también hay que aclarar que la base de los motores que emplearon eran Kawasaki y de la manufactura se encargaban Boxer Bikes. El precio de venta eran 13.500$ de la época y el proyecto no fraguó. En 1987 Lamborghini fue vendida a Chrysler y el proyecto denominado Lamborghini Design 90 no siguió adelante.
Treinta años después ha llegado a subasta una de esas cincuenta peculiares motos con cerca de 7.200 kilómetros, un motor de Kawasaki de 997 cc y diez años sin usarse. El precio de entrada previsto estaba en 58.800 dólares y su dueño esperaba llegar en torno a los 125.000 dólares. Desafortunadamente para su dueño la cantidad mínima no se alcanzó y la subasta quedó desierta, por lo que aún estás a tiempo de tener una Lamborghini en tu garaje.