Si hay algo que hay que reconocerles a los británicos, a modo general, es ese amor que tienen por preservar todo aquello que ha formado parte de su historia y que de algún modo fue también elemento fundamental para escribirla. Por eso desde el Brooklands Museum han trabajado arduamente para restaurar una Rudge V-Twin de 988 cc de 1922 que se ha tirado casi un siglo metida en el cajón del olvido.
Hablamos de una motocicleta que hace exactamente 100 años fue creada para batir varios récords de velocidad y resistencia. Más concretamente los establecidos en el circuito de tierra Brooklands el 25 de noviembre de 1922 con los pilotos Bob Dicker y Bert Mathers a los mandos. Aquella jornada pilotando por relevos en espacios de una hora y media, Dicker y Mathers rompieron siete récords en ese solo día, dando vueltas constantemente durante más de ocho horas.
Primeramente se hicieron con el récord de las 500 millas a una velocidad media de 74,96 mph, unos 120 km/h para después alcanzar las 600 millas rodando a una velocidad media de 71,27 mph, unos 115 km/h. Además, establecieron un récord de velocidad de 75,02 mph (120,73 km/h) durante un período de 6 horas. Tras aquellos días de gloria, la moto desapareció durante una larga temporada hasta que fue encontrada muchos años después, tal y como cuenta Martín Gegg, voluntario del museo que ha participado en los trabajos de restauración:
“Esta es la misma moto que estableció el último récord de la temporada en 1922 y fue obsequiada al Museo en 2019. No sabemos cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que se usó, pero lo que sí sabemos es que fue encontrada en un huerto en 1956. Estaba en muy buenas condiciones cuando lo recibimos; tuvimos que enderezar el marco y trabajar en algunas otras cosas. Las piezas de repuesto de Rudge no existen, por lo que el equipo tuvo que fabricarlas ellos mismos, de la forma más auténtica posible. El carburador, que recién se instaló esta mañana, es la pieza final del rompecabezas y esperamos que hoy sea el día en que podamos ver correr al Rudge nuevamente”.

El proyecto de restauración comenzó en el verano de 2019, con la intención de tenerla lista para este año, momento en el que se conmemoraba una fecha tan especial. Nada menos que un siglo desde que Dicker y Mathers lograran los siete récords en un mismo día. Tras más de 70 años de almacenamiento había llegado el momento de que el portentoso V-Twin de 996 cc rugiera de nuevo. Durante todo este tiempo tanto los miembros del Brooklands Motorcycle Team como los voluntarios del Museo, Martin Gegg, Gareth Pemberton e Ian Dabney, han trabajado arduamente hasta conseguir el resultado final que podemos ver en estas imágenes.
Asi que llegó el día de que la Rudge de 1922 volviera a rugir en el mismo lugar donde 100 años atrás lograría convertirse en historia. Después de realizar las comprobaciones de seguridad, colocar al equipo en posición y tras un pequeño empujón su motor volvió a la vida. Tras ello Gareth Pemberton comento:
“¡Qué experiencia tan increíble! Fue genial montar; es una moto rápida pero fue construida para batir récords, así que es lo que esperarías. No cambie más allá de primera, principalmente porque iba lo suficientemente rápido en primera, y los frenos apenas existen, pero la capacidad de control fue muy buena y el resultado es exactamente lo que esperábamos. Sé que el equipo estará contento”.