Nos vamos virtualmente hasta Osasco, el quinto municipio más poblado del estado de Sao Paulo, en Brasil con casi 700.000 habitantes. Precisamente entre sus calles y protagonizado por tres de sus habitantes tenemos un vídeo de esos que te sorprenden por todo lo que podemos ver en él.
No es la primera vez que tratamos una persecución, de hecho la policía en Brasil acostumbra a grabarlo y aunque no terminamos de entender el tema de las persecuciones por el riesgo que supone para el policía y para los viandantes (el que se da a la fuga él sabrá) lo cierto es que no por eso nos resultan menos espectaculares.
En este caso el vídeo dura seis minutos que, como decíamos antes, puede parecer poco tiempo para algunas cosas pero seguro que tanto para el fugitivo como para su acompañante y, también, para el policía se hicieron muy largos.
Al fin y al cabo durante esos casi seis minutos, un poco menos, la intensidad es increíble. Tanto los fugitivos como el propio policía van esquivando coches, a alta velocidad, pasando badenes que hace la acompañante salir volando… una auténtica temeridad grabada en primera persona en la que el accidente se palpa de manera continuada. Al final, después de ir a fondo por calles y avenidas con movimientos erráticos, rozando incluso a viandantes, un pequeño bordillo en un recodo pone fin a la persecución con un doble final feliz. Por un lado nadie resultó herido y, por el otro, el fugitivo fue apresado.
Como decíamos, las persecuciones son altamente peligrosas y ese es el motivo por el que salvo casos extremos no solemos verlas ni en España ni en el resto de Europa. En esta ocasión todo acabó bien, pero fijarse en los detalles del vídeo hace darse cuenta de la cantidad de veces que se rozó el desastre y todo para acabar, de la misma manera, esposado.