Italia, y en especial los Dolomitas, se han convertido en los reyes de la recaudación europeos gracias a la proliferación de radares fijos y móviles. Según hemos conocido gracias al medio alemán Motorrad Online, en la actualidad son más de 11.000 radares fijos los que operan por todo el país y llama la atención especialmente la cantidad obtenida por uno de ellos instalado en Colle Santa Lucía.
Según Codacons (Coordinación de asociaciones para la defensa del medio ambiente y de los derechos de los usuarios y consumidores), este radar operativo en esta pequeña población de los Dolomitas logró facturar la pasmosa cantidad de 1.265.822 euros entre los años 2021 y 2023. Esto equivaldría a una renta per cápita de cada uno de sus 353 habitantes de 3.600 euros durante este periodo.
Los Dolomitas, un lugar peligroso para nuestro bolsillo
Este radar instalado en los Dolomitas está ubicado exactamente en el Passo Giau, un puerto de alta montaña entre Cortina d’Ampezzo y Selva di Cadore, que tiene la velocidad limitada a 50 km/h. Si bien los lugareños son conocedores de esta prohibición, no pasa lo mismo generalmente con aquellos turistas que visitan la zona.
Esto se traduce en multas por doquier a todo aquel que circula por el lugar excediendo el límite de velocidad establecido, colaborando de manera involuntaria a acrecentar las arcas del municipio. Una actividad que parece que no solo se limita a los Dolomitas, ya que los ingresos derivados de las multas de radar lograron recaudar el pasado año 585 millones de euros, solamente en las 20 ciudades más importantes del país.
Ante la indignación del pueblo, el Ministro de Transporte italiano, Matteo Salvini, ha anunciado que se aprobará una nueva normativa legal para frenar la proliferación de radares en el país. En el documento, según parece, se establece que las autoridades locales tendrán que justificar con datos reales la instalación de cualquier tipo de radar.
¿Os imagináis que la DGT tuviera que hacer lo mismo cada vez que instala un nuevo radar en nuestras carreteras? Aquí podemos estar tranquilos, ya se sabe que “es por nuestra seguridad”, nótese el modo irónico, aunque con ironía o sin ella seguirán saqueando nuestros bolsillos de manera sistemática.