SYM es una de las marcas con una mayor oferta de scooter del mercado nacional e internacional, y no es una opinión, es una realidad. Su importador en España es Motos Bordoy, que precisamente, cumple su 50 aniversario en 2021. El nuevo Maxsym se renueva por completo y deja “anticuado” al modelo precedente, aparecido en 2012. Un scooter “bajo y largo” que seguía las tendencias de diseño de la época.
Para Motos Bordoy el SYM Maxsym 400 es un scooter clave. De posicionamiento de la marca dentro del sector como un referente en calidad/precio. Es por ello que tendrán en marcha una importante campaña de testdrive, o prueba de conducción, de la que puedes informarte e inscribirte dentro de la propia web de la marca. Una forma de probar, y luego adquirir, un producto nuevo, solvente y muy válido que se sale de los productos más populares.
CARACTERÍSTICAS Y EQUIPAMIENTO
De formas mucho más angulosas y elegantes que el modelo anterior, ahora el Maxsym 400 2021 es más corto (40 mm menos respecto a su predecesor) y ligero gracias a su nuevo chasis un 18,5% más liviano (211 kg en total). Dentro de esta estética renovada destaca el vanguardista grupo óptico full-LED que, además de mejorar notablemente la visibilidad, otorga al Maxsym 400 una personalidad única.
Las mejoras aportadas al motor respecto a la versión anterior no solamente le permiten cumplir con la homologación Euro 5, sino que lo han hecho algo más potente y mucho más eficiente, soportando menos desgaste de piezas y menos calentamiento. Se declaran 34 CV a 6.750 rpm (un 2 por cien más que en la versión precedente), y un par de 39,5 Nm a 5.250 rpm. Pero mucho más interesante que esta ligera mejoría, hace referencia a la reducción del consumo de combustible en nada menos que un ¡32 %! Tras 170 km de prueba, el indicador del nivel de combustible descendió tan sólo 2 de las 8 rallas de las que se compone. Otros elementos totalmente renovados del propulsor son el sistema de escape y el filtro de aire, de un optimizado diseño “monopieza” que facilita su mantenimiento.
En lo que hace referencia al confort y la funcionalidad, El Maxsym 400 está dotado de llave de proximidad, que permite arrancar el motor sin necesidad de sacar la llave del bolsillo. La protección aerodinámica se confía a un renovado parabrisas sobredimensionado ajustable manualmente en 2 posiciones sin necesidad de herramientas. Además, se puede manipular sin problemas en marcha. Todo un acierto. Las dos manetas de freno son regulables en 4 posiciones para adaptarse a diferentes tamaños de mano, mientras que el doble amortiguador trasero es ajustable en 5 posiciones de precarga.
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La altura del asiento se mantiene a 800 mm del suelo, es ancho y cómodo, y llegas de puntillas si mides 1,70 m. Bajo él encontramos un amplio espacio con capacidad para dos cascos integrales y una práctica luz de cortesía. La capacidad de carga la completan dos guanteras en el escudo frontal de una enorme profundidad. La derecha incorpora una toma de corriente QC 3.0, mucho más rápida que el standard USB.
El control de tracción (desconectable mediante un botón en la piña izquierda) aporta seguridad evitando que la rueda trasera pierda tracción al arrancar, acelerar o girar en firmes con poca adherencia. Lo cierto es que no aprecié su entrada en funcionamiento durante toda la prueba, por lo que acierto a pensar que su nivel de actuación es muy poco intrusivo. Por su parte, el ABS es BOSCH 9.1 actúa con relativa prontitud en el tren trasero, permitiendo apurar mucho más la frenada cuando activas la leva derecha antes de entrar en acción en el delantero. Buena potencia y tacto encontramos aquí con su sencilla bomba convencional y pinzas de anclaje radial.
El Maxsym 400 incorpora un sistema ABL (Advanced Brake Light) que mejora la visibilidad pasiva y ayuda a evitar posibles impactos alertando a los conductores de los vehículos situados detrás mediante la activación del parpadeo del piloto trasero en caso de frenadas fuertes por encima de 70 km/h. Es un poco chocante las primeras veces que lo ves actuar, pero luego se agradece rodando detrás de un Maxsym 400.
¡ACCIÓN! SE RUEDA
Como si de una película de acción se tratase, y sabiéndonos casi de memoria las características de este SYM, por fin llegó la hora de tomar los mandos y comenzar a rodar. La ruta escogida es en el Penedés, en los alrededores de la ciudad Condal, para terminar en el centro de Barcelona. El recorrido promete.
Desde el punto de vista ergonómico, el SYM Maxsym 400 2021 es un aliado de los que gustan del buen confort y la habitabilidad. Bien asentado sobre su asiento de correcto mullido, los brazos quedan ligeramente bajos al apoyarse en el manillar, lo que favorece bastante el manejo del tren delantero al moverse a baja velocidad o maniobrar en parado; y además a la hora de recorrer distancias largas, evita la fatiga de los omóplatos y la zona dorsal de la espalda. Por otro lado, las piernas cuentan con espacio más que suficiente, ya se ubiquen los pies en la plataforma, o en el espacio reservado tras el escudo. Quizá algo más de protección aerodinámica frontal a su altura hubiera sido de agradecer para determinadas circunstancias. En la parte superior, en cambio, no se puede poner ni una pega. La gran pantalla regulable en dos alturas protege a pilotos de diferentes tallas
Después de dejar todos los trastos que llevaba encima, incluido un trípode fotográfico, en su enorme hueco bajo el asiento, me acomodo para pulsar el botón de arranque y… ¡Cáspitas! ¡Qué sencillo es el cuadro de instrumentos! Se ve tan modernito y atractivo por fuera el scooter, que choca bastante ver unos relojes analógicos bien sencillos con un display de lo más normal en el centro, que además ofrece información básica. Nivel de combustible, temperatura del refrigerante, cuentakilómetros y poco más. Bueno sí… la carga de la batería (¿¡!?) Pues vaya, hubiera preferido un modesto ordenador de a bordo. ¡Qué menos! Bueno ya sabemos dónde se han ajustado los costes de producción para contener el precio. Sea como fuere, y para ser sinceros, tampoco sería justo “hacer sangre” de este detalle sin haber siquiera rodado. Un último apunte, a título anecdótico: la aguja del cuentarrevoluciones sube de derecha a izquierda, al revés de lo habitual.
El monocilíndrico es realmente silencioso a ralentí, algo que luego se corroboraría en marcha a regímenes de motor muy superiores durante la prueba. Pero su motor es mucho más que eso. Es muy suave en su respuesta y la conexión entre el acelerador y la rueda trasera no es en absoluto nada lenta, pero tampoco brusca. Y para tratarse de un propulsor de transmisión convencional con variador continuo es más que destacable. Así, a baja velocidad se desenvuelve como pez en el agua, para después entregar la potencia de forma progresiva y alcanzar con viveza los 120 km/h de marcador. A partir de ahí le cuesta algo más ir avanzando, pero sin llegar a exprimirlo a tope no hay mayor problema en ver los 140-150 km/h en la instrumentación. Prestaciones en general más que suficientes para trayectos interurbanos, e incluso, para hacer rutas y excursiones más largas sólo o en compañía.
El nuevo bastidor con motor portante es realmente noble, ofreciendo una estupenda combinación entre la manejabilidad necesaria en trayectos urbanos, y la estabilidad y aplomo necesarios para el rendimiento en carretera. En este último ambiente, se desenvuelve con una soltura sorprendente, sobresaliente diría yo, siempre que no seamos excesivamente agresivos en la conducción. Después de todo es un scooter, no una moto de corte deportivo. Aún así tiene un buen ángulo de inclinación antes de rozar con el caballete, le cuesta descomponerse rodando muy rápido, y es muy seguro y sólido en su tren delantero. Los reglajes de su horquilla, tanto en lo que atañe a precargas como hidráulicos, se me antojan ideales para circular sobre cualquier ambiente y cualquier ritmo. Detrás la cosa es algo más justa. El doble amortiguador anclado directamente al motor “da lo que da”. Cuenta con muelles de trenzado progresivo (más cerrado en la parte superior y abierto en la inferior) y tiene 5 posiciones de ajuste de precarga. Mientras que el asfalto esté más o menos bien, ofrecen un buen comportamiento. Si el firme es más irregular, el comportamiento es igualmente seguro, pero son más secos, lo que se transmite directamente a las posaderas de los ocupantes. Algo por otra parte habitual con este diseño de suspensión trasera tan sencilla.
¿Y qué tal los neumáticos Maxxis montados en el equipo de serie? Sorprendentes. Gran agarre en frío y buen feedback rodando a ritmo alegre. Sobre mojado no los probamos, pero seguro que no defraudan dadas sus propiedades en las condiciones señaladas.