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Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Espíritu deportivo en cuerpo long and low

Fotos: Miki Méndez
Kawasaki evoluciona el concepto de Sport Cruiser de la Eliminator original consiguiendo una moto accesible, divertida y lógica.
Lo mejor
  • Moto muy ligera
  • Estética y concepto singular
Mejoraríamos
  • Toma USB mal integrada
  • Espejos demasiado cortos

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE: cuerpo de cruiser, alma deportiva

En los años 80 Kawasaki decidió poner el motor de una superdeportiva de 900 (la ZL 900) en un chasis estilo cruiser, creando así la primera moto que podría clasificarse como “sport cruiser”. Desde entonces la marca ha seguido utilizando el nombre de Eliminator y el mismo concepto de motor deportivo en chasis cruiser para una variedad de modelos. En esta ocasión es la Kawasaki Eliminator 500 la que recoge el testigo compartiendo motorización con la Ninja 500.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

El resultado es una moto muy divertida pero muy accesible también. Al mismo tiempo resulta muy versátil y usable en todo tipo de situaciones, desde la ciudad hasta el mototurismo y por supuesto como veremos, se puede disfrutar muy mucho en cualquier carretera revirada de montaña.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

El modelo que nos ocupa es la Kawasaki Eliminator 500 SE, que con esas siglas añadidas se convierte en una edición especial (special edition) y se distingue de la edición básica por el montaje de serie de algunos elementos. Lo más importante, una careta que rodea al faro y que le da una estética moderna y agresiva y algunos detalles más como fuelles negros en las barras de la horquilla, un mejor asiento y una toma de USB.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE: Estética y ergonomía long and low

La Kawasaki Eliminator 500 tiene una planta reconocible y su línea sigue el concepto long and low (baja y larga) de algunas cruisers clásicas. Pero sin duda bebe de las fuentes del estilo neoretro que nos ha llegado a resultar tan habitual los últimos años y uniendo estos dos extremos, aparece una moto muy particular, con una imagen diferente y personal. 

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Los añadidos de la edición especial se encargan de darle a esta Eliminator una estética más agresiva. La careta que rodea al faro resulta esencial para completar la figura entre moderna y retro (neoretro) de la parte delantera. Además están los fuelles en negro, que completan el look macarra (macarra bien) del que hace gala también el gigantesco silencioso en negro mate que no pasa desapercibido.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Otro de los añadidos de la versión SE respecto de la versión básica, es según Kawasaki, un asiento mejorado. La forma y extremo de la mejora se nos escapa porque no hemos podido palpar el asiento de la versión básica, pero lo justo es decir que el asiento de la versión SE nos ha llamado la atención enseguida por bien acabado, buen mullido y comodidad, y que por cierto se encuentra a unos muy accesibles 735 mm del suelo.

El asiento del pasajero por contra es prácticamente testimonial y recomendamos a todo aquel que vaya a utilizar la moto en solitario, que lo quite inmediatamente para poder lucir el colín que es una de las partes más bonitas de la moto.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Estéticamente la Eliminator tiene mucho que decir, sí que es cierto que ofrece esa estampa long and low pero al mismo tiempo tiene unos claros toques de moto naked. De hecho, lo más representativo de este extremo, tal vez sea la propia postura de conducción, que es mucho más parecida a la de una naked que a la de una cruiser.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Para referencia, yo mido 186 cms y para variar la moto me queda un poco pequeña. Pero sí es cierto que me encuentro cómodo en ella. El manillar es especialmente estrecho y esto le añade cierto empaque al obligarnos a adoptar una postura atenta, de control.

No podemos desparramarnos como en otras cruisers, ni nos lo permite la situación de los mandos para los pies, que una vez más, hacen que el triángulo ergonómico se asemeje mucho al de una naked.

La única pega que le veo al puesto de conducción es que al montar unos espejos cortos (seguramente para multiplicar esa imagen agresiva) en ocasiones cuesta ver más allá de nuestros codos.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

En general se puede afirmar que la postura de conducción es cómoda y natural y que la moto es muy accesible a pilotos de todas las tallas. A pesar de llevar ese concepto de long and low como máxima, ergonómicamente la Eliminator se parece más a una naked.

Esto y la baja altura del asiento hacen que sea muy fácil maniobrar con ella y además, tiene un peso en orden de marcha sorprendentemente liviano con solamente 177 kg. El resultado es una moto accesible, ágil y fácil de mover tanto en parado como en marcha.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE: Motor y cambio de la Eliminator 500

Esta Eliminator es una de esas motos que podrán tener adeptos y detractores y partes que nos gusten más o no nos gusten nada. Pero en lo que tal vez coincidimos todos es en que las partes esenciales de la moto son las que la impregnan de carácter y eso no le falta a la Eliminator. Concretamente uno de los puntos fuertes de la moto es el conjunto motor y cambio, que funciona francamente bien.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Estamos hablando de un motor bicilíndrico en línea de 451 cc compartido con la Ninja 500 que tiene un marcado espíritu deportivo que no han eliminado del todo antes de incorporarlo a esta Eliminator. Entrega una potencia máxima de 45 CV a 9.000 rpm y tiene el máximo de par en las 6.000 rpm con 42 Nm. Cifras que no están nada mal para el segmento y que además delatan la querencia del motor a pedir ir rápido de vueltas.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Es un motor que como decimos conviene llevar alto de vueltas para aprovecharlo mejor y que mantiene muy bien las puntas. Pero a pesar de esto, no llega a mostrar excesivas vibraciones. Además el cambio con embrague antirrebote es absolutamente delicioso y es un gusto usarlo, muy suave también.

Incorpora un sistema para encontrar el punto muerto con mucha facilidad. De tal manera que cuando la moto está parada, nunca va a pasar de primera a segunda si no conviene y esto es algo que los usuarios noveles van a agradecer mucho.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

En general, el propulsor resulta muy suave, funciona muy bien y empuja en todo el rango de vueltas, pero donde brilla es en medios y además tiene una estirada muy larga. Es por esto que decimos que pide un poco ser llevado con alegría.

No hay que olvidar que es un motor con un puntito travieso y lo podemos comprobar en esta Eliminator. Hace que la moto se mueva con mucha soltura (incluso con mis 100 kg de peso), con mucha ligereza y que alcance velocidades muy por encima de las legales enseguida. Muy divertido.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

El depósito tiene una capacidad de 13 litros y los consumos declarados están alrededor de los 3,8 l/100 km, con lo que la autonomía teórica supera los 300 kms.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE: Parte ciclo

La parte ciclo de la Eliminator 500 no incorpora ninguna filigrana pero viene muy bien resuelta y además veremos más adelante que guarda un as en la manga. El equipo de suspensiones está compuesto por una horquilla convencional de 41 mm de grosor y 120 mm de recorrido y una pareja de amortiguadores traseros con 90 mm de recorrido.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

La frenada queda a cargo de un disco de 310 mm delante y otro de 240 mm detrás, mordidos por sendas pinzas de doble pistón de la marca NISSIN. Las ruedas presentan llantas de aluminio de 18 pulgadas delante y 16 detrás, lo que junto al depósito recto, le da a la moto esa línea descendente.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Hasta aquí todo normal, pero es en el chasis donde Kawasaki ha hecho su magia. Puesto que a pesar del diseño largo y bajo de la Eliminator y de su aspecto cruiser, se ha hecho todo lo posible por mantener el peso en la mínima expresión. El chasis es multitubular de acero y está tan conseguido que ayuda en gran medida a aligerar la moto, dejándola en unos sorprendentes 177 kg en orden de marcha.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Esta ligereza reduce los esfuerzos para mover la moto en parado y contribuye a la confianza del piloto para sostener y manejar la moto. En carretera también ayuda a reducir el estrés de la conducción al ser prácticamente una pluma esta Eliminator, que podemos reconducir a nuestro antojo prácticamente en cualquier situación.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE: Equipamiento sencillo pero efectivo

El equipamiento de la Kawasaki Eliminator 500 podría definirse como básico, pero creo que para hacerle verdadera justicia habría que decir que es sencillo. El espíritu de la moto es de dar una experiencia motociclística esencial y sacarnos una sonrisa en tramos de curvas y eso lo hace bien. Si en el camino en Kawasaki además ha ahorrado algunos costes, no se lo vamos a tener en cuenta.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

La instrumentación es muy espartana, pero correcta y adecuada. Es una pantalla redonda de tipo LCD que ofrece perfectamente la lectura de los datos más importantes, con cuentarrevoluciones, indicador de marcha engranada y conexión bluetooth. Pero se ve un poco anticuado si lo comparamos con los TFT a todo color y de todas las formas y tamaños que vienen incorporando marcas mucho más modestas desde hace años ya.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Es una moto full LED y respecto a equipamiento hay poco más que comentar, ya que debido a ese carácter sobrio y minimalista, no incluye muchas más florituras. Lo que sí incluye es una toma de USB en la piña derecha, que celebramos encontrar, pero que lamentablemente llama la atención por su mala integración.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE: así va

Fuera de diseño y estética, más allá de equipamiento y todo lo demás, esta Kawasaki Eliminator 500 es todo un acierto dinámicamente y puede darle muchas satisfacciones a quien la quiera usar tanto para el ocio como para el negocio.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Se postula como una moto que sirve para todo un poco y destaca por su versatilidad. Dinámicamente es muy divertida y tiene un motor alegre con pegada y un carácter deportivo innegable. No sólo porque comparte el motor con la Ninja, sino que ya desde la postura de conducción podemos advertir que no estamos ante una cruiser pura. La ergonomía nos reclama más al ataque, nos pone un poco más atentos.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Nada más moverla hay dos cosas que llaman la atención: en primer lugar que el motor quiere ir siempre alto de vueltas. Es pasadas las 7.000 rpm donde se encuentra el máximo de potencia y donde la moto va más fina, pero además tiene una estirada que es muy buena. La otra cosa que llama la atención es que una moto tan larga pueda llegar así de ágil. En parte será también por su muy bajo peso que se queda en 177 kg en lleno.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

La moto tiene facilidad para alcanzar velocidades altas y mantener las puntas sin demasiados problemas cuando vamos por autovía, siendo que su principal limitación en estas lides es sencillamente la falta de protección aerodinámica. En carreteras de curvas, da gusto hacerla cambiar de dirección y enlazar giros gracias a lo liviana y ágil que resulta.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

La frenada es más que suficiente, de hecho muy adecuada a pesar de tener solo un disco delantero. No se queda corta, el conjunto de frenos NISSIN incorpora pinzas de doble pistón y la moto es muy ligera, así que a pesar de la sencillez del sistema, la moto frena con contundencia.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

En algunas curvas (y rotondas) he encontrado que las estriberas llegan a rozar, no tanto si tumbamos poco a poco, sino si comprimimos la suspensión sorpresivamente. Esto seguramente tenga más que ver con mis 100 kg de peso que con la altura libre al suelo de la moto, que se me antoja más que suficiente. En cualquier caso, conviene tenerlo en cuenta. 

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Para resumir: la moto tiene un gran comportamiento dinámico. Sube de vueltas con alegría y guarda pegada para la parte alta de cuentavueltas, al estilo de una deportiva. Cuando te quieras dar cuenta te estará sacando una sonrisa y resulta superdivertida de conducir. Es ideal para el día a día y perfectísimamente se puede utilizar para darse un gustazo en cualquier carretera de curvas. El cambio es muy suave y preciso y la maneta tiene un tacto fantástico. Es una Kawa en toda regla y va muy fina.

Prueba Kawasaki Eliminator 500 SE

Teo Romera
Teo Romera
Motoviajero, guía de viajes en moto y entusiasta de las dos ruedas. Disfruto probando todo tipo de motos, pero disfruto aún más de contároslo con mi mejor humor.

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