Cada día hay varias motos que cambian de manos pero no de manera legal. Desafortunadamente el robo de motos sigue la misma tendencia que el de otras sustracciones y tomar medidas para poder evitarlo es fundamental. Como ya hemos visto en otras ocasiones hay muchas maneras de plantarle cara a los cacos y, al menos, ponerle las cosas complicadas. Si nos quieren amargar la fiesta que, al menos, sufran un rato.
El caso es que a pesar de que el colectivo motero está bastante concienciado de los riesgos de sucumbir ante los “chorizos” nos ha llegado un estudio desde Francia que resulta curioso y que desvela que muchos usuarios, al menos en el país vecino, no toman las medidas necesarias para intentar prevenir el robo de su moto.

De entrada hay una creencia, que también sentimos así por aquí, que las motos deportivas son las más codiciadas por los ladrones, sin embargo las estadísticas dicen que la posibilidad de que te roben tu moto deportiva es cinco veces menor que si tienes un scooter. Es más, como cabría esperar, los scooters más vendidos son también los más robados al igual que pasa con las motos, si están en lo alto de la lista de ventas lo habitual es que también lo estén en la lista de robos. ¿El motivo? Es probable que si te roban la moto termine siendo una “donante” para otra que haya tenido una avería o accidente. Al final es más barato robar que comprar un nuevo motor o un nuevo chasis.
Pero volviendo a las percepciones y costumbres, llama la atención el presupuesto que se destina a la compra de sistemas antirrobos y que se sitúa en 100 euros cada 10 años. Pero no sólo eso, es que además la mayoría opta por dispositivos convencionales, pocos se decantan por aquellos que tienen alarma y mucho menos GPS. Es más, el estudio afirma que solamente el 7% de las motos cuentan con el localizador GPS y eso que únicamente el 30% de las motos robadas llegan a recuperarse y está demostrado que estos localizadores ayudan y mucho en el proceso.
Además de esto, los moteros se encuentran con un serio problema a la hora de estacionar y proteger la moto en la calle, pues la posibilidad de amarrarla a mobiliario urbano cada vez es menor y eso facilita las cosas a la hora de efectuar un robo. Pero más sorprendente es ver como los encuestados en el estudio afirman que sólo protegen su moto en un 68% de los casos, es decir 3 de cada 10 están desprotegidas sin un simple candado. Como decíamos antes, cuanto más difícil lo pongamos mejor, así que cuanto más fácil lo tengan los cacos peor para nuestros intereses. Como decía aquel: “Cuanto peor mejor, mejor para usted y los suyos”. Así que tenlo en cuenta.