Las motos eléctricas cada día llegan a más y más sectores dentro del motociclismo. Ahora la startup Stark Future, de origen sueco pero afincada en las cercanía de Barcelona, ha presentado un modelo con corazón eléctrico. Una moto de motrocross que deja atrás la combustión y la pone contra las cuerdas en cuanto a prestaciones.
Hablamos de la nueva Stark Varg (varg, en sueco, significa lobo fuerte), una moto que además ha sido diseñada junto a los pilotos Sébastian Tortelli y Josh Hill, tipos que en esto del motocross saben un rato.
La Stark Varg monta un motor eléctrico que alcanza los 80 CV de potencia, pudiéndose comparar (y superar) con uno de 450 cc, aunque esta Stark Varg es mucho más que eso. El motor posee un sistema electrónico que brinda varios modos de potencia personalizables, pudiendo ofrecer desde un rendimiento similar al de una moto de 125 cc de dos tiempos hasta el de una moto de 650 cc de cuatro tiempos. De hecho, la personalización llega hasta el punto de que los usuarios pueden ajustar la configuración del motor para modificar parámetros como la curva de potencia, el frenado del motor o el control de tracción.
Pero más allá de su versátil motor, la Varg sigue la misma fórmula que el resto de modelos MX. Aunque eso sí, algunos elementos del chasis han sido modificados para reducir el peso total y, a la vez, aumentar la rigidez. El chasis está fabricado en una combinación de fibra de carbono, magnesio y aluminio de grado aeroespacial. La parte más pesada es, de hecho, la batería, que pesa 32 kilogramos. El peso total de la moto se queda en solamente 110 kilogramos, nada mal para una moto «a pilas».
Dicha batería es una unidad de iones de litio de 6kWh, la cual proporciona una autonomía de hasta seis horas de conducción tranquila por senderos, o lo que vendría a ser una carrera completa de MXGP a toda potencia. Además, el tiempo de recarga se reduce a las dos horas.
El precio de la Stark Varg será de 11.900 euros y desde la marca esperan que esté disponible en Europa en los siguientes meses.
