Hace más de diez años, concretamente en la primera generación de la turística Kawasaki 1400 GTR lanzada en 2007, la marca japonesa estrenaba un revolucionario sistema de arranque sin llave. Fue una de las primeras motos en incorporarlo (incluso antes que muchos automóviles), y evitaba tener que sacar la llave del bolsillo para poner en marcha el motor. Este sistema se conocía por KIPASS, acrónimo de Kawasaki’s Intelligent Proximity Activation Start System y que ahora llega a la pequeña Kawasaki Ninja 250 2019 que se comercializa en Asia.
Este sistema KIPASS incorpora un conmutador en el lugar en el que antes estaba el clausor para introducir el espadín de la llave. Desde él activamos el arranque y también el bloqueo de la dirección. La llave propiamente dicha se esconde en el interior del mando que llevamos en el bolsillo y tras extraerlo, podemos usarla tanto para abrir la tapa del depósito como el hueco bajo el asiento. Y sí, lo ideal sería hacer como en los scooter y que al menos el asiento se abriese remotamente. El depósito ya es más complicado pues requeriría una tapa de plástico con un tapón manual bajo ella, y no un tapón metálico al uso como el que se utilizan en las motocicletas.
La nueva Kawasaki Ninja 250 con KIPASS fue mostrada a finales del año pasado en el mercado Indonesio, siendo ahora cuando se ha incluido en todos los MY2019 lanzados para los países asiáticos incluida India. El sistema remoto se equipará en los siguientes modelos: Ninja 250 SE, Ninja 250 ABS SE y Ninja 250 ABS MDP SE. La Ninja 250 SE estará disponible en verde lima y con MDP (pintura de diseño magnético que resulta en un acabado de la palabra Ninja en 3D) en rojo pasión y ébano / gris metálico magnético oscuro.
Sin duda un interesante gadget en un modelo con muy buenas ventas en Asia gracias a las prestaciones de su motor bicilíndrico en paralelo de 39 CV y 23,5 Nm de par y un peso total de 164 kg. Allí, un mercado en el que las deportivas de baja cilindrada atraen a un gran de compradores jóvenes, este sistema permitirá un uso más cómodo además de menores posibilidades de robos realizados mediante el tradicional «puente».