La Honda CBR900RR supuso un antes y un después en lo que a términos de rendimiento se refiere. Aunque rápidamente la competencia se puso las pilas para lanzar modelos más potentes, lo que hizo que algunas versiones no fuesen tan populares. Pero claro, si de lo que hablamos es de una Honda CBR929RR a estrenar y todavía en su caja original, el asunto cambia enormemente.
Honda, tras romper las reglas del juego en 1992 lanzando una moto casi tan potente como una 1000 pero ligera como una 750 y que animada por un motor de 893 cc y 122 CV, fue poco a poco evolucionando su bestia a lo largo de los años. Mayor cilindrada y potencia, inyección electrónica, mejor parte de ciclo, etc.
En el 2000 la cilindrada ya estaba en los 929 cc con lo que la potencia se había elevado hasta los 150 CV declarados gracias también a la adopción de la inyección electrónica. Además incorporó la llanta delantera de 17″ en detrimento de la de 16″ con neumático de mayor perfil y frenos de disco más grandes. El nuevo escape incorporaba válvula HTEV (Honda Titanium Exhaust Valve) y como gran novedad, el chasis pivotless en el que ya no hay anclajes en el chasis para el basculante y este va anclado directamente el motor. El peso eran unos engañosos 172 kg de la época.
Como en 1998 ya se había lanzado la Yamaha YZF-R1 y en 2001 sería el turno de la Suzuki GSX-R1000, la CBR929RR no tuvo el éxito que se esperaba. A lo mejor el dueño de este ejemplar que se puso a la venta decidió que era mejor mantenerla encerrada en una caja y convertirla en carne de especulación.
Tras ser puesta a subasta en eBay, este ejemplar de CBR929RR alcanzó la nada desdeñable cifra de casi 10.000 dólares o lo que es lo mismo, algo más de 9.000 euros al cambio. Lo que no sabemos es si las telarañas y la capa de polvo que atesora incrementó algo más el precio.
