Es, para muchos, la 500 más bella de toda la historia del Mundial de Motociclismo. Hablamos de la Cagiva V593, la moto con la que la marca del elefante logró hacerse un hueco entre los gigantes japoneses en una época en la que eso no parecía posible. De hecho, aunque se acerca a los 30 años, sigue siendo una moto que destaca por sus líneas, que a día de hoy siguen siendo actuales y que siguen causando furor.
Fue el sueño de adolescencia de muchos que pudieron tener su propia réplica a escala con las Cagiva Mito, pero ahora si tienes una carretilla llena de dólares quizás puedas hacerte con la auténtica V593 de 1993 con la que John Kocinski venció el GP de Estados Unidos de aquel año, que por entonces se disputaba en Laguna Seca.
El piloto de Little Rock, Arcansas, se convertía en una de las grandes sorpresas de esas temporadas con un talento que planto cara a los grandes «cocos» del momento, es decir a Schwantz, Rainey, Caladora, Doohan, Beattie al emergente Álex Crivillé… Aun así en aquel ’93 que estuvo marcado por el accidente de Rainey en Misano no fue una temporada normal para John, que arrancaba el año volviendo a 250 con Suzuki después de haber acabado tercero con la Yamaha y se encontraba con un «botijo» como diría el maestro Valentín Requena.
Así que John se quedó sin moto tras siete carreras y aceptó la oportunidad que le brindaba Agostini, ya desvinculado de Yamaha y al frente del equipo oficial de Cagiva. El caso es que tenía por delante cuatro Grandes Premios antes de acabar el año: República Checa, donde acabó cuarto, Misano (de nuevo cuarto), Laguna Seca con victoria incluída y Jarama, donde después de hacer la pole acabó en el suelo en una caída con Itoh.
Pues bien, casi 28 años después la Cagiva V593 con la que venció en Laguna Seca y con número de bastidor V593-03 saldrá a subasta en Las Vegas el próximo mes de abril en el evento de Mecum Auctions tiene programado del 28 de ese mes hasta el 1 de mayo. Sobre las cifras que puede alcanzar esta máquina única es todo un misterio, pero teniendo en cuenta que algunas ROC y Harris de 500 de aquellos años han superado los 60.000 y 70.000 euros sobradamente, es de esperar que una máquina oficial y con palmarés alcance las 6 cifras. Lo bueno es que hay tiempo para ir ahorrando…