En los años 90 ya teníamos en España motos deportivas japonesas (y no japonesas) con las que además de soñar, disfrutar. Pero había lugar para los sueños: esas deportivas 250 y 400 del mercado interior nipón que no llegaban aquí. Auténticas joyas mecánicas, con motores 4T de cuatro cilindros capaces de alcanzar regímenes altísimos buscando el mejor rendimiento, con chasis de aluminio y estética como las de nuestras 600, 750 o mil… pero «a escala». La Honda CBR250RR de 1990 era un buen ejemplo de esas joyas y hemos encontrado una en venta cerca de Chicago (Estados Unidos)…
Estas motos no se importaron oficialmente en nuestro país pero sí en algunos mercados como el australiano y de ahí han llegado a otras partes. Es el caso de esta unidad, pues a Estados Unidos tampoco llegó la Honda CBR250RR: la moto tiene la línea roja de su maravilloso motor en 19.000 vueltas y declaraba 45 CV para apenas 165 kg de peso… mejores cifras que las de una CBR300R actual. Con una velocidad máxima algo superior a 180 km/h, esta unidad tiene poco más de 4.000 kilómetros y parece en muy buen estado. el vendedor la tiene a partir de 12.000 dólares y según él «lo mejor es que suena como un Fórmula 1 aunque vayas a velocidad legal… ideal para principiantes o pilotos con experiencia«.