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Miquel Silvestre en Uzbekistán

Fotos: Miquel Silvestre
La Ruta Embajada a Samarcanda ha entrado en la República de Uzbekistán, a sólo 700 kilómetros de llegar a su destino para rendir homenaje al explorador español del siglo XV Rui González de Clavijo.

Rui González de Clavijo fue enviado por el rey de Castilla Enrique III a la corte del emperador mongol Timor el Grande. El proyecto de Silvestre concluye en la calle que la ciudad uzbeca le ha dedicado a Clavijo junto al mausoleo de Gur Emir. Así, uniendo la madrileña Plaza de la Paja, donde el enviado real tiene una placa en la calle en la que vivió, y la ciudad de Samarcanda, se habrá completado una odisea de más de 10.000 kilómetros por las regiones más remotas del planeta ejerciendo además de abanderado del Atlético de Madrid para concienciar del problema de la basura en el mundo..

La última parte del viaje realizada por el aventurero ha sido difícil y complicada, pero también interesante, como demuestran las fotografías y vídeos que ha enviado desde Khiva, población monumental de la Ruta de la Seda, y que serán emitidos en las distintas televisiones que siguen la aventura, como TVE, Energy, Antena 3, Radio Televisión del Principado de Asturias y ahora Canal Extremadura, que emitirá también su próximo desafío una vez concluya éste: La Ruta Panaméricana de Valdez, Alaska, a Valdés, Patagonia, como uno más de los actos conmemorativos que tiene previstos la Comunidad de Extremadura para celebrar el 5º centenario del descubrimiento del océano Pacífico por Vasco Núñez de Balboa.

Para llegar hasta el corazón de Asia Central, Silvestre embarcó en Bakú en un ferry que cruza el Mar Caspio una vez a la semana hasta Aktau, en Kazajistán. La ciudad carece de auténtica comunicación por carretera con el resto del país y Silvestre tuvo que atravesar sin asistencia el desolado desierto que separa Kazajistán de Uzbekistán. En dos duras etapas consiguió llegar hasta Nukus, capital de la región autónoma de Karapalkastan, donde visitó el Museo Savitsky, único en el mundo y visitado por numerosos jefes de estado a lo largo de su historia por albergar, gracias al esfuerzo personal de Igor Savitsky, su director en los sesenta, miles de obras de las vanguardias rusas, prohibidas durante años por no ser conformes con los cánones soviéticos de arte revolucionario.

Desde ahí ha llegado hasta Khiva, ciudad amurallada que fuera capital de uno de los tres reinos que junto con el de Bujará (que englobaba Samarcanda) y Kokand surgieron tras la desintegración del gran Kanato de Chatagay. La población, ubicada junto a un oásis, es patrimonio de la Humanidad, era la última etapa en Asia Central antes de que las caravanas de la seda se adentraran en Persia, y hoy es la primera posta uzbeca en la Ruta Embajada a Samarcanda antes de llegar a su destino.

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