KTM siempre ha defendido su concepto “Ready to Race” con hechos y no con palabras y una muestra de ello es la KTM 450 SMR 2024 que llega directa del cajón de transporte a la pista sin necesidad de hacer nada más que llenar su depósito de gasolina. Como cada año, la máquina austriaca parte como la referente de la categoría con el permiso de su hermana, la Husqvarna FS 450 que conocimos hace unos días.
Pero ahora es el turno de hablar de las características de la KTM y pasándolas es cuando uno entiende los motivos por los cuales es el referente de las motos de supermotard a nivel “carreras cliente”. De entrada su motor monocilíndrico es capaz de ofrecer unos nada despreciables 63 CV, pero además ganando en tiempo de mantenimiento y es que los intervalos de revisión son más largos.
Dentro del motor encontramos el embrague antirrebote Suter que permitirá apurar al máximo cada curva y relacionado también con la transmisión, hay que resaltar el quickshifter en subida para poder ir empalmando marchas sin preocuparse de tener que cortar gas en ningún momento.
Aun así no todo es motor en la KTM 450 SMR 2024 y es que un propulsor muy potente hará que vueles en las rectas, pero los circuitos tienen curvas y para eso está toda la parte ciclo con su chasis tubular a la cabeza. Un chasis hidroformado, cortado con láser y soldado por robots que busca tener el mayor equilibrio posible en la siempre compleja ecuación de flexibilidad y rigidez. Para conseguir los parámetros deseados se ha trabajado tanto el el subchasis como en el basculante, ambos de aluminio y, también en las tijas mecanizadas con CNC que están amortiguadas con goma para filtrar las vibraciones.
La parte ciclo tiene como colofón las suspensiones y los frenos. En el apartado de las suspensiones encontramos la horquilla delantera WP XACT de 48mm, mientras que detrás, y también firmado por WP tenemos un amortiguador configurable tanto en extensión como en compresión, todos ellos configurables sin necesidad de usar herramientas. Si hablamos de los frenos, es Brembo quien firma con su pizza radial de cuatro pistones para morder el disco delantero de 310 mm, mientras que detrás una pinza monopistón se encarga del disco de 220 mm.
Como viene siendo la norma desde hace años, cuenta con arranque eléctrico y otros detalles para hacer la vida más fácil al piloto, como es el filtro de aire desmontable sin necesidad de emplear herramientas. También se nota esta preocupación en el contador de horas y el sensor de vuelco, que para la moto en caso de que detecte una caída para mejorar la seguridad.
La moto, que cambia la decoración y hace un guiño a las KTM de los 80-90 con unos pequeños toques en morado, estará disponible en los concesionarios de la firma a partir de este mes de mayo.