El pasado otoño Kawasaki desveló varios modelos que poco tenían que ver con lo que estamos acostumbrados. Y no por unas líneas extravagantes o ideas radicales, sino por sus propulsores y sus combustibles. Ya sabíamos que llevaban tiempo trabajando tanto en modelos eléctricos como, aún más revolucionario, modelos con el motor de hidrógeno.
Precisamente esa es la parte más llamativa de los proyectos que tiene en marcha. No solo se trata de un motor que emplea el hidrógeno como combustible y no para generar energía eléctrica, sino que se trata de un propulsor de combustión interna y que, además, cuenta con el característico “supercharger” que a día de hoy ya emplean sus modelos H2 (Ninja H2, Z H2 y Ninja SX H2)
Aparentemente, al echar un vistazo a la Kawasaki Ninja H2 Hydrogen podemos apreciar como todos los elementos exteriores se mantienen tal y como los conocíamos en la moto a la que más se asemeja de las que ya están en el mercado es, lógicamente, a la Ninja H2. Una moto de corte turístico con su motor, su escape, su depósito… Todo lo que puedes esperar en una moto convencional.
Pero es al entrar en los detalles cuando nos damos cuenta de que la moto es totalmente diferente. Aunque en líneas nos puede recordar de entrada a la tourer nipona, en realidad el diseño es bastante diferente, con elementos aerodinámicos que ayudan a una mayor eficiencia.
Aun así, lo que más llama la atención es que el modelo se presenta directamente con maletas laterales. Aunque es un accesorio muy práctico, raros son los modelos que se dejan ver en sus presentaciones con ellas, pero es que en este caso no son lo que parecen. Es el depósito de hidrógeno, que en lugar de ir en la zona habitual del depósito de combustible se encuentra en este añadido que le da a la moto un toque tan peculiar y diferente.
Hay que decir, eso sí, que estas “maletas” no son el recipiente, sino que se trata del lugar donde se almacenan las pequeñas bombonas de hidrógeno. De esta manera se busca la mayor seguridad posible en caso de accidente. El gran desafío de este tipo de vehículos es que haya una fuga de hidrógeno y provoque una explosión.
En cuanto al motor, parte vital de este sistema, se deriva de la Ninja H2. Cubica 999 cc y es capaz de ofrecer 200 CV de potencia. Eso implica que el rendimiento final es algo menor que el motor actual, pero aun así demuestra que a nivel prestaciones no tiene nada que envidiar a los motores de gasolina, aunque siendo respetuoso con el medio ambiente. El único “pero” es que todavía no hay una fecha de lanzamiento.