Si os acordáis, hace un par de años os hablamos sobre una patente de Kawasaki muy interesante. Se trataba de una motocicleta eléctrica dotada de caja de cambios y con un chasis desmontable por uno de sus laterales. Esto permitía que la batería se pudiese extraer de una forma mucho más sencilla.
Pues bien, esa moto no solo existe en dibujos, patentes o de puertas para dentro en las oficinas de I+D+I de Kawasaki. La moto es real, se puede tocar, rueda y la pudimos ver en el Salón EICMA de Milán 2019. Y la propia marca japonesa a publicado un vídeo en el que analiza algunos de sus detalles técnicos.
De las marcas japonesas, Kawasaki es la que de momento menos ruido ha hecho en el mundo de las motos eléctricas. Pero eso no quiere decir que no estén trabajando en una nueva generación de vehículos movidos por esta energía.
Kawasaki ha escogido un modelo de aspecto y tamaño similar al de la Ninja 650, con un chasis tubular y soluciones habituales de las motos actuales. Han evitado hacer un prototipo futurista y de diseño arriesgado.
Pero sí han trabajado en evolucionar un sistema de cambio, no tan habitual en las motos eléctricas. Esto es debido a que Kawasaki busca mantener las mismas sensaciones actuales que tenemos al manillar.
El prototipo eléctrico de Kawasaki cuenta, de momento, con unas prestaciones más cercanas a una moto de 125-250 que de 650: 13,5 CV con picos en aceleración de 27 CV. El peso aproximado es de 220 kg mientras que la autonomía ronda los 100 km. Como curiosidad, una palanca situada en el manillar izquierdo regula el nivel que queremos de frenado regenerativo.
Llama la atención que, al igual que en la patente, el chasis de esta Kawasaki eléctrica es desmontable por su parte izquierda. Esto permitiría desmontar rápidamente la batería para cambiarla en un intercambiador de batería.
Kawasaki ha anunciado que de momento no tiene previsto sacar una motocicleta eléctrica a corto plazo. Pero este prototipo (y otros en los que está trabajando) sirve para ir evolucionando esta tecnología.