Hoy en día, los sidecares no son habituales en nuestras carreteras. La idea de unir la moto a un sidecar para aumentar la capacidad de carga, ya sea de personas o de mercancías, no es muy atractiva, y seguramente haya varios motivos que lleven a ello. El primero puede ser a nivel de transformación, porque no todas las motos están preparadas para anclar un sidecar al lado. Además, las que lo permiten, en muchas ocasiones requieren de un largo trabajo.
La segunda es que, aunque la idea de tener tres ruedas en vez de dos pueda parecer interesante, las consecuencias pasan por convertir la conducción de la máquina en algo mucho más complejo. Así pues, las teóricas ventajas que pudiera tener un sidecar pesan menos que las desventajas que se pueden percibir.
Lo que no se puede negar que, especialmente en países en vías de desarrollo donde acceder a un coche es casi imposible, puede ser una solución interesante siempre y cuando sea más segura. Y en eso está Honda, que está trabajando en un sidecar eléctrico con el que contrarrestar en parte las situaciones negativas de las que hablábamos anteriormente.
Así pues, la idea del gigante nipón pasa por un sidecar con ayudas eléctricas que han sido reveladas a través de una patente que busca eliminar o convertir en menos críticos estos problemas, y eso sin tener que realizar ninguna modificación sobre la moto. La idea, a grandes rasgos, es que la rueda del sidecar eléctrico esté motorizada, y que ese motor empleado sea capaz de acelerar o frenar según sea necesario.
El sidecar eléctrico llevaría sus propias baterías
Para conseguir que ese motor funcione correctamente, en el sidecar eléctrico tendría que haber una serie de sensores de carga en los soportes que conectan side y moto. Es más, a la moto, que puede ser eléctrica o de combustión, no habría que hacerle ningún tipo de modificación, porque toda la gestión la llevarían a cabo el sidecar y su centralita, que convertirían los datos recogidos en acciones sobre la rueda que ayudarían a maniobrar de una manera más sencilla.
En cuanto al sidecar eléctrico, en sí, llevaría sus propias baterías, confirmando de nuevo su total independencia de la moto. Está por saber si las frenadas serían regenerativas y la autonomía que podría tener el sidecar si, por ejemplo, durante la circulación y en caso de no tener que emplearse, recupera electricidad del movimiento.
En cualquier caso, es una solución con tecnología actual a un vehículo muy popular en el pasado y que, como vimos al principio, puede ofrecer grandes ventajas.