Las competiciones de dragster son tan sencillas como puede parecer a primera vista. Esto es: el primero que llegue, gana. Pero cuando empiezas a profundizar te das cuenta de que hay muchas más cosas a tener en cuenta.
Desde las diferentes clases en las que están englobadas cada una de las motos dependiendo de la preparación o el campeonato en el que participen, hasta la búsqueda de la máxima igualdad por parte de las eliminatorias para que incluso se valore en su justa medida el tiempo de reacción del piloto y no sólo la gran cantidad de tiempo o dinero invertido en la montura.
En este especial os queremos acercar este apasionante mundo en el que todo ocurre en menos de diez segundos, el tiempo que has tardado en leer esta frase. Desde cuál es el origen en Estados Unidos para situarlo en la historia pero, lo más importante, cómo llegó a Europa.
No dejaremos de lado tampoco los distintos campeonatos que se celebran aquí, las diferentes categorías, los reglamentos, los mejores registros, algunos de los circuitos y toda aquella información que tú, como lector, estarás encantado de conocer. Pero esto os lo contaremos en la segunda parte de nuestro especial.
Es hora de dar gas a fondo…
Las carreteras de California
Los años 40, el origen.
Las primeras carreras de dragster protagonizadas en este caso por automóviles se remontan a finales de los años 40. Casi podríamos decir que florecieron al mismo tiempo que las primeras bandas de moteros, tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial y cuando los países se iban recuperando poco a poco tanto socialmente como económicamente.
Los historiadores hablan de que las primeras carreras de dragster ilegales se realizaron de semáforo a semáforo en California. No había longitud concreta ni reglas, simplemente el más rápido en llegar al siguiente punto una vez que el semáforo había cambiado a verde ganaba la apuesta.
Seguro que con el siguiente vídeo que habremos visto todos, nos situamos un poco más en aquella época y en aquellas carreras:
Posteriormente, este tipo de competición ilegal se fue exportando a otras ciudades como Florida, Texas, Michigan, Oregon o Illinois hasta abril de 1949, cuando se celebró oficialmente la primera carrera de dragsters entre Tom Cobbs y Fran Hernández muy cerca de Santa Bárbara.
Aeródromos abandonados por todo California, Texas y Florida además de los canales de inundación secos de la ciudad de los Ángeles fueron los escenarios elegidos para estas carreras ya legales. En Santa Ana, California, se aprovechó uno de estos aeródromos abandonados para ubicar allí la primera pista de Dragster permanente.
Década de los 50
A principios de los años 50, los clubes y asociaciones nacionales de dragster decidieron unirse y fundar la NHRA (Nationa Hot Rod Association). Por cierto, el término dragster (traducido como coche trucado) fue acuñado por primera vez por la revista Hot Rod en enero de 1953 en Los Ángeles Auto Show. Al pie de una de las fotos rezaba: un ejemplo brillante de un dragster.
Ya bajo el auspicio de la NHRA, tuvo lugar la primera carrera en abril de 1953 en la pista de Pomona en California. ¿Sabéis quién consiguió el crono más rápido ese día y sobre qué tipo de vehículo? Efectivamente, era una motocicleta, concretamente una Harley-Davidson impulsada por nitrometano y pilotada por Lloyd Kraut que logró un crono de 10,93 segundos al final de la pista de cuarto de milla.
Los circuitos europeos
Los 60 y el salto a Europa Occidental
Saltamos ahora hasta 1960 y a las Islas Británicas. Unos pocos años antes, los soldados americanos allí destinados trajeron consigo, como no, las carreras de dragsters. En septiembre de 1960 se establecía oficialmente la HRA (Hot Rod Association) trasladando literalmente las reglas que se habían creado en Estados Unidos para sus propias carreras. Lógicamente no hace falta que os digamos que las primeras carreras británicas fueron también…. poco legales.
En 1964 la HRA celebró su primera carrera oficial en Gravely. Allí acudieron conjuntamente a los coches, dos motocicletas. El Festival Internacional de Drag de 1964, como se le conoció, fue un éxito de público con más de 20.000 espectadores. En septiembre y octubre de 1965 se repitió la experiencia, en este caso en Blackbushe y Woodvale. Por aquel entonces, los vehículos más rápidos ya superaban las 320 mph (515 km/h).
Como en América, las pistas de aviones en desuso eran el lugar ideal para celebrar las carreras. Y la primera de ellas se inauguró en Podington y pasó a ser llamada Santa Pod al igual que la primera pista de EEUU como vimos fue Santa Ana. De esta forma, nacía la primera pista permanente para dragsters en toda Europa. En 1966, a la vez que se celebraron 12 carreras en este escenario, se fundó el Santa Pod Racers Club.
Pedro y Erica Bartlett, padres del actual propietario de la pista de Santa Pod se encargaron de celebrar las primeras carreras con muchísimo éxito. Tanto que esta pista pasó a ser la oficial para todas las carreras, tanto de la HRA como de la BDR (British Drag Racing). Estas dos asociaciones se fusionaron en 1984, dando lugar a la actual British Drag Racing Association (BDRA).
Los 60 y la llegada a Europa Oriental
Hagamos ahora nuestro último repaso de la llegada de las carreras de dragsters a Europa. Y de Gran Bretaña nos vamos al otro bando, Alemania. De igual forma que en las islas, a los soldados destinados en territorio bávaro se les permitió organizar carreras de dragsters para elevar la moral de la tropa en los años 60, tanto en la base militar de Ramstein como la de Sembach hasta que en 1966 se organiza la primera carrera de dragsters como tal.
Por aquel entonces, los vehículos más rápidos ya superaban las 320 mph (515 km/h).
En las primeras carreras las reglas estaban un poco confusas porque no eran homogéneas. En 1968 se fundó la HARA ( Hanau Auto Racing Association) que fue la encargada de trasladar las reglas americanas para que todos los vehículos corriesen bajo las mismas reglas. El 30 de marzo de 1968 se celebraba la primera competición oficial en la pista de aterrizaje de la base aérea de Erlensee (Hanau).