No dejéis de ver este video porque es realmente emotivo. No veremos a un businessman abatido al anunciar que su máquina de hacer dinero se parará, veremos a un entusiasta de las motos, aguantado el tipo para no dejar correr las lágrimas porque el sueño por el que tanto ha luchado se ha visto truncado.
Si algo me gusta del mundo de la moto es que, al contrario que la gran industria del automóvil, no es difícil encontrarse con directivos como Erik Buell, gente realmente apasionada por lo que hace, en las antípodas del hombre de negocios encorbatado.
Personalmente nunca me han entusiasmado las motos Buell. Su marcado diseño hace de ellas que o te encanten o que las descartes de inmediato como una opción. Pero aunque no sean un tipo de moto que me seduzca, desde hoy sin duda las miraré con otros ojos, porque cada vez que vea una Buell rodando por las calles recordaré que, más allá de ser una marca que cubría un nicho de mercado al que no llegaba H-D con sus modelos custom, son la materialización del sueño y trabajo de un apasionado de las motos, Erik Buell.
Esperemos que, como otras muchas marcas, cuando soplen mejores tiempos económicos, resurja de sus cenizas. ¡¡Ánimo Erik, estamos contigo!!