El 24 de octubre de 1999 fue una jornada histórica para el motociclismo español. Álex Crivillé (Seva, Barcelona, 1970) conseguía proclamarse campeón del mundo de 500 cc en Brasil, convirtiéndose así en el primer piloto español en conseguir el título en la categoría reina, y a la vez, en el primer europeo en lograrlo en los últimos 17 años. Tras las victorias de pilotos españoles en las cilindradas pequeñas, como el título de campeón del mundo de Crivillé en 125 cc el año 1989, el embajador AMV demostró que también era posible conseguirlo en la máxima categoría, un coto cerrado hasta el momento. Un hito histórico que marcó un antes y un después para el motociclismo español. Justo en la jornada previa al inicio del Gran Premio de Japón, donde se podría conseguir un nuevo triplete de Campeones del Mundo españoles. Un sueño que Crivillé demostró que era posible…
-Se cumplen 14 años de tu título de Campeón del Mundo de 500 cc, ¿qué recuerdos guardas? «Ya han pasado 14 años de ese título del Mundial de 500 cc. Lo recuerdo con mucho cariño, fue un ‘boom’ ya que fui el primer español Campeón del Mundo de 500 cc. Fue un año histórico y ahora todavía me dicen: “Oye, ¡eres único porque ahora es MotoGP y antes era 500 cc!” Esas motos eran indomables, ingobernables. Desde entonces han pasado muchas cosas. Hemos visto la evolución de la 500 cc a la moto de cuatro tiempos de MotoGP, toda la electrónica de éstas, como se llevan ahora… Ahora son diferentes, nada más».
-¿Con qué imagen te quedas de ese Mundial? «Después de 14 años, me quedo con la imagen de esa pizarra en Brasil, que sacó mi mecánico Javi Ullate y que ponía “Alex Crivillé, World Champion 1999”. Esa imagen me va a quedar grabada en la cabeza. Además que toda mi familia estaba ahí, los amigos y la prensa. Fue un día inolvidable. Por supuesto, también me acuerdo de la bienvenida de todos los aficionados, que estaban en el aeropuerto de Barcelona y en Seva. Eso fue lo más bonito de ese año, que fue brutal».
«Por otra parte, también hubo una parte negativa, en la que tuvimos dudas. Fue en la caída de Australia, donde me lesioné la mano. Parecía una fisura pero realmente estaba rota. Se me pasó por la cabeza que no iba a conseguir el Campeonato ya que tenía que afrontar el final de temporada con esa lesión en mi mano izquierda. Pero afortunadamente pasó todo, pudimos correr y conseguimos el título».
-¿Qué consejos les darías a Marc Márquez y Jorge Lorenzo, en plena lucha para ser campeones del mundo de MotoGP? «Visto desde fuera, Jorge lo que tiene que hacer es tirar al máximo. Tal y como está haciendo ahora, buscando la victoria en cada carrera. Es la única manera que todavía siga teniendo opciones. Por lo que respecta a Marc, con cabeza, puede permitirse el lujo de intentar administrar esa diferencia de 18 puntos para conseguir el Mundial en Valencia».
-¿Te imaginabas un fin de temporada como éste? «Sabíamos que sería una temporada de ensueño pero nadie se podía imaginar este final de temporada. Está todo apretadísimo. Pero una cosa sí que parece clara: vamos a tener campeones del mundo españoles, de casa. Este fin de semana ya se pueden decidir todos los títulos, dependerá sobre todo de los fallos que puedan cometer los pilotos. Pero esperemos que todo se decida en Valencia y que la afición española pueda ir al circuito y pueda disfrutarlo».
-¿Qué esperas del Gran Premio de Japón y de este final de curso? «En MotoGP todo el mundo está pendiente de qué va a pasar después de lo sucedido en Phillip Island. Marc, con esos 18 puntos de ventaja, es el que todavía tiene más opciones. Pero Jorge está muy fuerte y hábil. Además, con su Yamaha está que se lo come todo últimamente».
«En Moto2 creo que es Pol quien lo tiene mejor. Tiene 16 puntos de ventaja respecto a Scott Redding, que está lesionado. Creo que Pol puede ser Campeón del Mundo en Japón. Y Moto3 es la categoría que todo el año ha estado más apretada. Tenemos a Luis Salom que está líder y por detrás a un Álex Rins imparable, que se encuentra a tan sólo 5 puntos. Es una incógnita. Uno de los dos va a ganar el Mundial y va a ser una carrera muy divertida».