Un remanso de paz, un templo sagrado, un templo de sabiduría… el garaje de uno puede ser todo eso o, también, puede ser un auténtico caos en el que las cosas se amontonan sin ton ni son y cuanto más grande es el garaje más tratos se amontonan. En cualquier caso, se necesita de ese espacio y hay veces que, simplemente, no existe. Si vives en un lugar en el que tengas algo de terreno hay una solución que nos llega desde Japón que nos ha gustado por su diseño.
En el fondo se trata de un cobertizo más, como tantos que existen e incluso que uno mismo se puede construir con unas pequeñas nociones de arquitectura o sobre dimensionando todo para que aguante. Pero la diferencia en este caso es que estamos ante una instalación muy interesante y relativamente económica que lleva el cobertizo o garaje individual a otro nivel. Se trata de un garaje prefabricado cuya principal característica es que es transportable.
Digamos que, en cierto modo, coge el concepto de las casetas de obra y lo lleva un paso más lejos añadiendo además diseño. Además, no se trata únicamente de diseño sino de calidad y comodidad. Lamentablemente en muchas ocasiones hemos visto algunos de estos garajes, que incluso puedes montar tú mismo, que son únicamente fachada. En este caso en la construcción del mismo se han incluido materiales de aislamiento tanto acústicos como térmicos que permiten por un lado a nuestra máquina tener una temperatura más constante y, por otro, a nosotros mismos estar totalmente a gusto aunque fuera haga frío o calor.
De hecho, uno de los puntos fuertes de este nuevo diseño, además del visual, es que se pueden incluir sistemas de aire acondicionado con los que climatizar el espacio. Como puedes ver tampoco es que sea un espacio enorme, de hecho está pensado para un sólo coche o varias motos y sus medidas totales son reducidas con dos metros veinte de ancho y un fondo de cinco metros además de una altura total de dos treinta.
Oto de los apartados que son curiosos y que pueden dar un toque diferente al cobertizo es que se puede configurar a la hora de fabricar para incluir más ventanas. Imagina tenerlo en la puerta de casa con algo de iluminación y asomarte por la noche a la ventana y ver tu moto esperándote… Lógicamente para ello necesitarás un sistema de iluminación y lo bueno es que está diseñado para llegar y conectarlo a la luz.
En cuanto a la estructura, el acero es quien se encarga de darle solidez y resistencia, especialmente en la zona del suelo que luego está recubierto con materiales más flexibles que garantizan la comodidad a la hora de usarlo. En cuanto al precio, en Japón, es relativamente asequible ya que se sitúa en 1,1 millones de yenes, que al cambio actual son algo menos de 8.500 euros ya con los impuestos incluidos. Eso sí, se trata de la versión más básica y es que se puede personalizar bastante. Lo que no incluye en este precio es el transporte, montaje, instalación y adaptaciones que haya que hacer.
No cabe duda de que no llega a ser la “batcueva” británica que vimos hace unos días, pero sí se trata de una guarida perfecta donde mimar a nuestra moto.
