Hace apenas unas horas hemos conocido una triste noticia: Egli Motorcycles, el legendario fabricante suizo de chasis, cierra sus puertas definitivamente. Como os podeis imaginar hemos consultado en la propia página web de la marca y en ella hemos encontrado un comunicado oficial de la marca donde expone los motivos esenciales de esta dura decisión.
Comunicado oficial de Egli Motorcycles
“Queridos amigos, clientes y socios comerciales, a pesar de nuestros intensos esfuerzos, no hemos podido encontrar un sucesor para nuestra empresa en Bettwil. Por lo tanto, con gran pesar hemos decidido cerrar la empresa. Naturalmente, nuestro equipo seguirá manejando y completando todos los pedidos actuales con el máximo cuidado y a tiempo.”
Y continúa: “Desafortunadamente, ya no podremos aceptar ningún trabajo o pedido nuevo. A su debido tiempo, probablemente en la segunda quincena de octubre, se realizará una “venta de garaje”: les informaremos a tiempo a través de este canal. Gracias por su lealtad a lo largo de todos estos años. Tu equipo Egli”.
Recordemos que Egli Motorcycles es una de las marcas independientes de fabricación de chasis referencia a nivel mundial dentro del mundo de las dos ruedas. Al igual que otras, como por ejemplo Bimota en sus inicios, la firma suiza lleva desde casi seis décadas dedicada de manera plena a mejorar y customizar motos clásicas Vincent, Yamaha, Honda o Kawasaki. Fundada en 1965 por Fritz W. Egli también supo darle forma a motos tan espectaculares como la Colani Egli MRD-1, que construyó junto al escultor/diseñador Luigi Colani.
Lo curioso de toda esta historia es que, desde 2019, ha estado trabajando en el desarrollo de una motocicleta de factura propia. Inicialmente, la nueva Egli no tendría el aspecto de una clásica, sino que será un nuevo concepto. En el apartado mecánico contaría con un bicilíndrico en V de 1.400 cc que Egli ha estado desarrollando al 100% internamente, ya que todas las piezas y componentes han sido fabricados en sus instalaciones.
Para ello, en Egli han recurrido al empleo de impresoras 3D además de un gran torno CNC, dos fresadoras y un robot para las soldaduras. También contaban con una sala para trabajar con la fibra de carbono y un rodillo para probar las motos. La idea era poder presentar un concept definitivo de cara a la próxima temporada. Respecto a este tema Alexander Frei comentaba a los compañeros de Moto.CH:
“La moto está funcionando, pero todavía no según el reglamento. Aún quedan muchas cosas por hacer, por ejemplo el historial del Obd2 (ed.: diagnóstico a bordo) tendría que hacerse externamente y costaría mucho dinero, lo mismo se aplica al ABS. Los costes para nosotros volverían a ser elevados. Incluso con las mediciones de gases de escape y ruido todavía no estábamos en el nivel requerido.”
Por último y aludiendo a la decisión de cerrar definitivamente, Frei argumentaba: “El plan desde el principio era traspasar el negocio a un sucesor después de 5 años. Hace tiempo que anunciamos que queremos dejar de hacerlo, entre otras cosas por motivos de salud, pero no hemos encontrado un sucesor.»
Y termina: «Ahora tuvimos que decidir abandonar el negocio. Ahora la empresa se disuelve y las partes individuales entran en liquidación. En el mejor de los casos, todavía queda algo de lo que alguien se hace cargo al menos de una parte del negocio. Lamento que esto no continúe. Varias razones llevaron a esto.”