Mantener la moto a punto y en perfectas condiciones es uno de los consejos básicos que siempre se deben cumplir. Si queremos asegurarnos evitar sustos y disgustos, lo mejor es que nuestra moto solo la manipulen personas con conocimiento de la materia. Esta es la lección que, por las malas, aprendió un usuario de Pontevedra en 2019.
Según hemos podido saber gracias a La Voz de Galicia, todo comenzó con un accidente de moto el 11 de febrero de hace tres años. Fue entonces cuando un motorista se iba al suelo en el punto kilométrico 11,8 de la PO-531 que une Pontevedra con Villagarcía. Tal como relataba el protagonista de la escena la rueda trasera de su moto se bloqueaba y salía disparado. Debido a la caída el afectado sufrió diferentes fracturas costales y, también, de una de sus clavículas.
En total las lesiones tardaron 330 días en curar, además de dejar diversas secuelas que recoge la sentencia del Juzgado de lo Penal número uno de Pontevedra. Tras llevar a cabo la investigación correspondiente, se llegó a la conclusión de que el accidente lo produjo una reparación incorrecta de la motocicleta por alguien que, además, no estaba capacitado para hacerlo.

Según la propia sentencia todo ocurrió cuando a la Honda VT 750-C del accidentado se le llevaron a cabo unas labores de pintado además de cambio de aceite, filtro y batería de la moto. También se recoge literalmente que: «con desatención de la diligencia mínima exigible, pues carecía de conocimientos de mecánica, montó incorrectamente la bieleta del cambio de marchas, en concreto, la montó al revés». Así pues cuando el usuario fue a pasar de segunda a tercera la rueda trasera se bloqueó y este salió volando e impactando duramente contra el suelo.
Lo curioso fue que gracias a unos mensajes de WhatsApp entre el accidentado y el reparador de la moto, se pudo confirmar la incorrecta reparación. El pintor decía no haber manipulado la parte mecánica, algo que fue desacreditado con los mensajes y fotos. Por estas labores el accidentado pagó 550 euros. Ahora, tras la sentencia, el condenado tendrá que abonar por un lado 1.440 de multa como responsable de un delito de lesiones por imprudencia grave, además de 30.275,18 euros de indemnización, algo que ha ratificado la Audiencia de Pontevedra.