Roland Sands nos tiene acostumbrados a hacer motos que lucen espectaculares pero que, al mismo tiempo, se pueden conducir sin mayores problemas. Como ex-piloto del AMA, para él es importante que la moto siga siendo eso, una moto y por lo tanto, pueda utilizarse. Pero en esta ocasión, el encargo realizado para un amigo suyo acabará mostrándose en un escaparate y, por ello, no se ha tenido en cuenta que se pueda utilizar de forma legal por carretera.
Se trata de un fanático de las BMW el cual posee en su colección tanto coches y motos únicas. Para una de sus tiendas quería una BMW con la que decorar el local, pero que estuviese personalizada y que llamase la atención. Así esta BMW R NineT 9T ha sido definida como Cafe Tracker, al unir detalles de ambos conceptos.
Al contrario que en otras creaciones, RSD ha mantenido el esquema de suspensión trasera así como el chasis original, aunque con la pipa de dirección cortada y vuelto a soldar con más lanzamiento con el fin de incluir sobre la horquilla una llanta de 21 pulgadas, misma dimensión que encontramos también en el tren trasero. Ambas llantas son de Morris y montan estrechos neumáticos de 120 mm.
El subchasis también es de nueva fabricación, aunque en el caso de la NineT, su modificación es relativamente sencilla pues de fábrica ya se tuvo en cuenta en sus diseños. El tanque de combustible lo ha fabricado Aaron Boss, encargado de fabricación en RSD. Con el fin de no tocar el motor, se consiguió adaptar la bomba de combustible para que funcionase con él. Una nueva caja de aluminio aloja también toda la electrónica necesaria.
Como se trata de una tracker, se han eliminado los elementos que no están presentes en estos modelos: ni luces, ni caballete y tampoco freno delantero. Es por ello que la moto no está preparada para circular legalmente.