Nosotros hemos tenido nuestros escarceos con el dirt track que, dicho sea de paso, no está ahora en el mismo punto de popularidad de hace una década. Pero de ahí a tener nuestra propia moto de dirt track es otra cuestión.
Tener tu propia moto de dirt track es algo que muchos hemos querido, hemos pensado, hemos mirado pero que, al final, por una razón u otra no se ha terminado materializando. Pero eso no quita que cuando vemos una bestia como esta que te traemos hoy aquí se nos pongan los dientes largos.
Estamos ante una moto que es vistosa porque emplea el típico color amarillo con las franjas negras y blancas que popularizó Kenny Roberts. Ya solo por eso tiene nuestra curiosidad, pero luego descubrimos que su motor es un Yamaha Banshee de 2T y que además está matriculada, ahí es cuando pasa a tener nuestra atención.
Como decíamos, el motor proviene de un Yamaha Banshee, uno de los quads más exitosos de los ’80 y ’90 que en su versión de 350 era capaz de ofrecer 42 CV pero, como podías esperar, el motor no se quedó tal cual estaba.
Esta moto de dirt track es mucho más de lo que parece (y tiene mucha más potencia)
Le subieron la cilindrada hasta lo 421 cc y con ello y todas las modificaciones que le hicieron entre lo que se incluye pistonrd Wiseco además de bielas aligeradas se plantó en unos más que interesantes 80 CV.
El chasis corrió por cuenta de Co-Built, auténticos especialistas en dirt track con Geoff Cain al frente lo que es garantía de que todo va a ir como la seda. Además de todas estas características, quizás la más importante es que se puede conducir por la calle, al menos con las regulaciones de Tennessee y es que la moto se encuentra en Knoxville.
Está a la venta a través de Iconic Motorbike Auctions y aunque la reserva todavía no se ha alcanzado, la puja está ya por los 5.300 dólares (4.882 euros al cambio actual). Como es una piza única y los 2T están de moda no es de extrañar que el precio suba, así que saber cuántos euros le terminará costando al afortunado que la lleve a casa.
