Nos colamos en el taller de Shiroh Nakajima, especialista en preparaciones de BMW, para asistir al nacimiento de una pieza única: un tubo de escape de titanio totalmente artesanal para una BMW R100RS. Gracias al vídeo que ha subido el afamado preparador podemos hacernos a la idea del trabajo que hay detrás de un “simple” escape. Partiendo totalmente desde cero, paso a paso, se puede descubrir cada detalle que está detrás de la creación.
Todo el proceso, que podemos ver desde el tubo inicial (lo que sería una hoja en blanco) hasta como queda montado en la BMW. Eso sería el resumen rápido, pero lo bueno empieza una vez se corta esa primera sección de un tubo de titanio y el japonés comienza a trabajar individualmente en cada pieza que, posteriormente hay que ir uniendo.
Abocardados, dobleces, curvas, enganches al motor… todos y cada uno de los pasos es una delicia para los sentidos si eres de los que le gusta entender cómo un pedazo de metal se puede convertir en toda una obra de arte. Lo mejor de todo es que se hace sin planos, con unas pequeñas guías y poniendo en valor el conocimiento y las habilidades de Nakajima.
Realmente sorprende lo manual de todo el procedimiento y es que quizás la parte más compleja, que es el doblado del tubo se hace manera totalmente artesanal. Soplete, paciencia y mucho, mucho conocimiento para darle la forma perfecta y que encaje en su sitio. Luego llega la fabricación de soportes y enganches, soldaduras de los distintos aros que conforman la línea de escape y los conectores de las piezas hasta llegar al punto más glorioso ¡convertir el escape en un dos en uno!
Aunque el vídeo no recoge segundo a segundo el proceso, se puede observar lo laborioso del mismo y como hay que ir dando puntos de soldadura que terminan convirtiéndose en hilos perfectos una vez que todo está en su sitio y se comprueba que la pieza casa con la siguiente. Tan artesano es todo el proceso que para que todo encaje en la moto incluso tiene que modificar el caballete para que no interfiera en el escape y lo golpee.
Al final, el sistema de escape lo completa un silencioso que no está fabricado por Shiroh y es que la normativa de emisión de ruidos es estricta. En cualquier caso toda una obra maestra condensada en unos pocos minutos. Viendo esto ¿a que ya no te parece tan caro un escape de titanio hecho a mano?