En el ADN de Ducati siempre ha estado el ofrecer ediciones limitadas de sus motos más exclusivas para ofrecer a los afortunados el poder tener lo más cercano a una moto de carreras que existe. Eso pasa actualmente y tenemos la deseada Ducati Superleggera V4, pero ya sucedía hace casi 30 años cuando puso en el mercado la moto que ha captado nuestra atención. Se trata de la Ducati 900 Superlight, que llegó al mercado en 1992 con unos componentes y unas cifras espectaculares para la época. A decir verdad, quitando las cifras de potencia, es una moto tan exclusiva en su tiempo que la mayoría de las motos de hoy en día no cuentan con todo lo que ofrecía.
Cogemos el DeLorean y aterrizamos en 1992, fecha en la que se pudo comprar por primera vez esta joya digna de un museo. Se trataba, claramente, de una moto preparada directamente para quitarle los faros y meterse al circuito. El carbono formaba parte de su carrocería, encontrábamos magnesio en las llantas (los radios), unas suspensiones de primer nivel firmadas por Showa con la horquilla delantera invertida completamente regulable al igual que el amortiguador trasero, frenos Brembo tanto la pinza como el doble disco delantero de 320 mm, colín monoposto, carburador Mikuni… En resumen, lo mejor de la casa en aquel momento. El motor, refrigerado por aire, era un desmodrómico bicilíndrico que, cuando era nuevo, entregaba 80 CV. Puede que hoy no suene a mucha potencia, pero era la crema para un bicilíndrico en aquél momento.
Pues bien, además resulta que se trataba de una edición limitada que se estuvo produciendo hasta 1996 y hay una unidad que está en subasta ahora mismo. Se trata de la unidad 903 (de 1993) tal y como certifica la placa que vemos en su tija. Hay que decir que, a tenor de lo que sabemos de la moto y las fotos que hemos visto, su estado es impecable aunque sí nos avisan de que antes de que vuelva a rodar necesita un mantenimiento para ponerla al día. En cualquier caso, se trata de una moto que ha pasado gran parte de su vida como pieza de exposición, aunque en su marcador cuenta con 7.206 millas y es que hablamos de una moto que toda su vida la ha pasado en Estados Unidos.
Como podemos apreciar en las fotos, cuenta con detalles típicos de las motos de carreras de aquel momento como son los relojes (uno de los cuales tiene una pequeña muesca) insertados en espuma para contrarrestar las vibraciones. Igualmente vemos, junto con algo de óxido en el escape, protectores de carbono, así como ambos guardabarros en el mismo material. La moto se encuentra totalmente de serie (incluidos unos retrovisores extremadamente feos) y estéticamente en perfectas condiciones. Toda una pieza exclusiva que está en subasta y que ya ha alcanzado los 14.000 dólares. Una cifra que estamos seguros superará antes de que llegue a manos de su nuevo propietario cuando se cierre la subasta en un par de días. Hasta entonces podremos soñar con ella.
