No es algo en lo que queramos pensar, pero conviene saber a qué atenerse: si sufrimos un accidente y necesitamos un abogado que defienda nuestras intereses… ¿qué abogado es el mejor y quién lo paga? Las pólizas de seguro de coches y motos incluyen la defensa jurídica en caso de accidente, siempre con un abogado de la propia compañía. Además, la mayoría de pólizas también admite un abogado de libre elección aunque suelen poner límites al gasto que se puede hacer en ese caso (entre 600 y 3.000 euros es lo habitual). En un artículo anterior ya comentamos cómo proceder en estos casos y la importancia de contar con una asesoría legal como la que ofrece CONFIA.

Cada caso puede necesitar un estudio a medida y ésa es la primera ventaja de una asesoría legal dedicada. La compañía de seguros actúa con todos los expedientes de igual forma, sus abogados trabajan en primer lugar para la compañía y después para nosotros, sus asegurados, y sobre todo están sujetos a los convenios entre compañías. Esto puede generar un conflicto de intereses, incluso en el caso de la reclamación de los daños materiales, pero más todavía al hablar de daños personales. Sin ir más lejos, puede ocurrir que nuestra compañía sea la misma que la del contrario que haya causado el accidente y nuestros daños… obviamente no nos harán una oferta muy favorable. Sencillamente ofreciendo una indemnización extrajudicial, la compañía se ahorraría los gastos mínimos (abogado y procurador) fuese como fuese la resolución final.
Los abogados dedicados a accidentes trabajan a comisión: buscarán la mejor indemnización para cobrar también ellos lo mejor posible
¿Y quién paga un abogado particular si como vemos puede ser más interesante? Además de lo que estipule nuestra póliza (es bueno leerse esa «letra pequeña» en las condiciones), conviene saber que los abogados que se dedican a defender casos de accidentes trabajan a comisión: suelen quedarse en torno al 15 por ciento de la indemnización que nos consigan, lo cual implica que se esforzarán en que sea la mejor posible (porque también será mejor para ellos). Antes de firmar con un abogado que no sea el de la compañía, algo a revisar es qué ocurre (quién se hace cargo, si ellos o nosotros y por qué cuantías) con los gastos que genere el juicio: procurador, informes médicos y demás posibles gastos, para evitar sorpresas.