Cada vez es más frecuente que los usuarios de moto no se vean detenidos por la aparición de la lluvia. Tiempo atrás, cuando el líquido elemento hacía acto de presencia las carreteras se despoblaban de motos. Sin embargo, este fenómeno se produce en menor medida cada vez. La evolución y mejoría de las motos y sus sistemas de seguridad no son los únicos responsables, ya que también entra en juego la mejora sustancial de la equipación de lluvia, sobre todo de los chubasqueros. A pesar de dicha mejoría, tenemos que tener en cuenta una serie de factores antes de comprarnos un chubasquero de moto, ya que si no lo hacemos puede que no aprovechemos bien todas las ventajas que este tipo de protección nos ofrece.
En primer lugar y aunque parezca una obviedad, debemos tener muy en cuenta la talla. Lo ideal es poder probárselo con la chaqueta de moto ya puesta, ya que si no, corremos el riesgo de que nos quede demasiado ajustado y nos sea incómodo su uso. Por el contrario, si es demasiado grande el aire lo moverá mucho, siendo un verdadero incordio su utilización. Lo mismo nos pasa con los pantalones, deberemos elegir una talla que nos permita ir cómodos encima de la moto.
Para elegir bien un chubasquero de moto debemos fijarnos también en el tipo de unión entre sus distintas piezas. Lo mejor es que las costuras sean termoselladas. De esta manera evitaremos que entre el agua a través de ellas y nos vayamos mojando poco a poco. Este tipo de unión es la que mejor garantiza la impermeabilidad del chubasquero y también de los bolsillos con cremalleras del mismo estilo, la única forma de mantener secas nuestras pertenencias.