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Qué hacer si nos topamos con un accidente de moto

Fotos: Flickr
Yuri M.
Conducir una motocicleta tiene una parte lúdica que a todos nos encanta pero, por desgracia, también conlleva su buena carga de peligro. Por ello, lo mejor es estar preparado por si nos encontramos con un accidente. Aquí te contamos qué hacer.

Protocolo P.A.S

Una de las circunstancias más complicadas que nos podemos encontrar en carretera es un accidente. Dependiendo de cómo actuemos, podemos ayudar o por el contrario empeorar la situación. Y es que no hay nada peor que ayudar a una víctima de un accidente de tráfico y que nosotros mismos nos convirtamos en un nuevo accidentado.

Es muy importante que se preste la mayor ayuda en la primera hora tras el suceso. Es lo que se denomina la Hora de Hora y de ellos depende en gran medida que los heridos en un accidente de tráfico sobrevivan o por el contrario fallezcan. En este tiempo, si un paciente no recibe las primeras atenciones, disminuye en gran medida sus posibilidades de sobrevivir al siniestro.

Adams Crowley, cirujano militar y que ahora trabaja como director del Centro de Atención al Shock traumático de Maryland (EE.UU), explica de una forma precisa qué es exactamente la Hora de Oro:

«Hay una hora de oro entre la vida y la muerte. Si estás gravemente lesionado, tienes menos de sesenta minutos para sobrevivir. Puedes sobrevivir en ese momento, pero tres días o dos semanas después puedes fallecer, porque algo ha ocurrido en tu cuerpo que es irreparable».

Pero que prestemos la mayor ayuda de la forma más rápidamente posible no significa que lo tengamos que hacer a cualquier precio. Si la vía ya de por sí es un entorno peligroso, tras un accidente lo es todavía más ya que se incorporan elementos con los que normalmente no se cuentan como obstáculos, zonas de asfalto deslizante u otros problemas que pueden desencadenar en nuevos accidentes.

Para evitarlo, mundialmente se ha instaurado lo que se denomina el Protocolo P.A.S., acrónimo de las palabras Proteger, Avisar y Socorrer. Este es el orden de los pasos que debemos seguir y que os vamos a detallar.

Proteger

El primer paso a completar en el Protocolo P.A.S. es el de Proteger, es decir, conseguir que la zona donde se ha producido el accidente sea seguro y el resto de los conductores se percaten a tiempo y con anticipación de que algo ha ocurrido y que deben extremar las precauciones.

De esa forma, la gente que se encuentre en el lugar y que haya detenido su motocicleta o automóvil para prestar auxilio, estará más seguros y por ejemplo, si un herido ha quedado tendido sobre la carretera, no sufrirá el riesgo de ser atropellado posteriormente.

Pero no sólo la palabra Proteger se refiere a proteger la zona o a los heridos, sino también a lo que es todavía más importante, nuestra propia seguridad. Primeramente nos aseguraremos de que nosotros no corremos peligro y a continuación del resto.

Tras llegar al lugar, lo primero que tenemos que hacer es buscar un lugar donde dejar nuestro vehículo. Una moto o un coche correctamente detenido en una zona sin visibilidad puede desencadenar otro accidente por lo que lo mejor es, o bien estacionarlo en un camino o vía lateral, o en su defecto fuera de la calzada.

Si fuera imposible, los más pegado a la derecha e intentando que sea visible, es decir, mejor antes de una curva que después. Si podemos incluso sobrepasar la zona del accidente (en caso de que la calzada no haya quedado cortada), será conveniente ya que de esta forma minimizamos los obstáculos que se puedan encontrar otros conductores.

Ya detenidos, vigilar el tráfico circundante cuando vayamos a bajarnos del vehículo. Es frecuente con las prisas, mucha gente se baje y sean atropellados por el tráfico que sigue circulando. Asegurarse bien que lo podemos hacer con completa garantía.

Lo siguiente es alertar al resto de los conductores. Para ello hay que valorar cómo es el accidente: ¿hay restos en la calzada? ¿ocupan uno o dos carriles? ¿ha sido en los márgenes? Dependiendo de ello, sabremos si tenemos que avisar uno de los sentidos o los dos.

Busca ayuda de otros conductores que se hayan detenido para que avisen al tráfico que llega. Que se encargue al menos uno de ellos de cada sentido realizando movimientos de los brazos para que disminuyan la velocidad, pero que lo hagan desde una posición segura en la calzada y bien visibles. Si se han bajado de un automóvil, que tengan el chaleco reflectante puesto y permanezcan en los márgenes. Una vez avisados o detenidos unos pocos de vehículos la situación será mucho más fácil de controlar.

Inmediatamente deberemos asegurarnos de que la zona donde están los heridos también se encuentra protegida. Cortar el contacto de los vehículos accidentados, asegurarse que no hay ningún conato de incendio o derrame de combustible en la calzada y en ese caso, intentar hacerse inmediatamente con algún extintor en las inmediaciones o que lleve alguno de los conductores.

Con todo ello ya podemos pasar al siguiente punto: Avisar.

Avisar

Una vez que la zona ya ha sido convenientemente protegida, es el turno de avisar con la mayor celeridad a las asistencias sanitarias para que se personen en el lugar y puedan atender a los heridos. A estas alturas creo que todo el mundo tendrá claro que el teléfono al que se debe llamar es el 112, teléfono de emergencias único para toda Europa.

El teléfono es operativo desde cualquier móvil, incluso si no hay suficiente cobertura para llamar (aparecerá un mensaje de “sólo llamadas de emergencia”) o bien aunque no hayamos introducido el PIN correspondiente.

Cuando realicemos la llamada, en nuestra cabeza debe resonar una única palabra: tranquilidad. Si nos aceleramos, hablamos a trompicones o no somos capaces de relatar exactamente lo que ha ocurrido y responder a las preguntas que nos formulen, es mejor que busquemos a otra persona que lo haga por nosotros.

El personal que atiende en el teléfono 112 dispone de un protocolo de actuación el cual seguirán y con el que evaluarán la situación y en función de ello, elegirán los mejores medios disponibles para atender el accidente.

Responderemos a cada una de las preguntas que nos formulen con todo tipo de detalles, desde cuántos vehículos se han accidentado, dónde nos encontramos, cuántos posibles heridos hay, en que estado se encuentran, si hay otros peligros como camiones que transporten cargas peligrosas (imprescindible en este caso buscar y comunicar el código numérico situado en las placas naranjas y con las que se identifica el tipo de cargamento), y todo aquello que pueda resultar de ayuda.

Si entre las personas que hay atendiendo se encuentra alguna con formación para intervenir en accidentes, como policías, bomberos o médicos fuera de servicio, pueden ser de gran ayuda tanto para hablar con el 112 como para ayudar a los heridos debido a sus conocimientos.

Nunca deberemos terminar la conversación antes de que nuestro interlocutor nos lo pida, y tampoco sin haberle dado todos nuestros datos personales así como teléfono o teléfonos de contacto por si necesitasen volver a llamar tanto ellos como los servicios de emergencia en caso de no encontrar correctamente el lugar.

Socorrer

En esta tercera parte casi que hablaremos más de lo que no debemos hacer que de lo que deberíamos hacer ya que, sin los conocimientos adecuados, nuestra ayuda puede realizar más daño que beneficios para el herido.

Para empezar, si tenemos dudas es mejor no hacer nada. Por descontado si el herido es un motorista, nunca se le deberá extraer el casco ya que podemos provocarle lesiones medulares irreversibles.

Únicamente personal cualificado y entrenado podrá realizar esta acción. Los equipos de emergencia cuentan con un equipo de dos personas que son las encargadas de realizar esta tarea por lo que tampoco vale cualquier individuo que posea conocimientos de socorrismo.

Si el herido presentase una parada cardio-respiratoria, se le podría retirar levemente para que la zona de la boca no quedase obstaculizada, pero sólo si además somos expertos en realizar reanimaciones cardiopulmonares.

Tampoco debemos moverlo porque podemos agravar su situación, tanto si está tendido en el suelo o dentro de un vehículo. En caso de presentar heridas en las que tengan un objeto clavado, tampoco se le extraerá. Otra cosa que no debemos hacer es darle agua al herido o cualquier tipo de alimento porque podemos dificultar las posteriores acciones de los equipos de emergencia.

Por el contrario, sí podemos abrigarlo con ropa o una manta térmica, o bien aflojarle o cortarle las prendas de ropa que le puedan oprimir y que con ello obtenga una buena respiración y circulación de la sangre.

Si presenta heridas sangrantes, se le aplicarán apósitos limpios y presión hasta la llegada de las asistencias. Si la sangre empapa el apósito, colocaremos otro encima de él pero nunca retiraremos el que está en contacto con la piel ya que es la primera barrera que ayuda a que la hemorragia se detenga.

Si no podemos colocar un apósito porque la herida presente un objeto clavado, se puede realizar una compresión arterial, algo muy sencillo en las extremidades. El torniquete debe ser la última opción para que el herido no se desangre y en caso de que no se pueda detener la hemorragia por ninguno de los anteriores métodos (como en el caso de una amputación o similar).

Si hay fractura, no mover las extremidades porque podemos crear una fractura abierta si la rotura no es limpia. En caso de quemadura, algo muy frecuente al contacto con el asfalto, hidratar la zona afectada con agua y no tocarla nunca ni retirar las prendas o restos que se hayan podido quedar adheridos.

Y lo más importante es hablar con el herido, calmarlo, decirle que todo está bajo control, que esperaréis juntos a las asistencias. Todo ello con una voz calmada, que sienta que controlamos la situación aunque no sea así.

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