Aunque no lo parezca a simple vista y no le demos la importancia que realmente tiene, el cambio en las motos es una auténtica obra de arte de la tecnología, pero también una de las partes mecánicas que más sufre. Esta situación la está viviendo nuestro amigo Carlos, que nos comenta en nuestro consultorio que después de unos kilómetros, cuando la moto está caliente le cuesta encontrar el punto muerto. Igualmente nos dice que con la moto fría no tiene ese problema y nos pide un diagnóstico.
En realidad son muchos los componentes que forman parte del sistema que permite cambiar de marcha sin que haya problema, así que vamos a hacer un repaso a los puntos en los que puede estar el fallo, empezando por lo más sencillo.
Aunque seguramente ya lo haya revisado, es importante que el cable esté tensado en condiciones. Si le falta tensión a la maneta y tiene “juego” habrá que darle la tensión suficiente, pero sin pasarse pues entonces sería como llevar el embrague siempre patinando.
También puedes probar a realizar un cambio de aceite. Quizás el que lleves no sea el más indicado para la moto y sus características le impidan realizar su función correctamente.
Otro punto a tener en cuenta es el estado de desgaste del embrague. Si los discos (metálico o de ferodo) comienzan a estar gastados, cada vez será más difícil encontrar punto muerto. Una manera de comprobarlo es acelerar en primera con el embrague cogido. Si la moto hace intención de salir, por mínima que sea, es que ya deberías haber cambiado el embrague.
Un paso más es pensar que los selectores del cambio estén dañados, como también puede estarlo la campana del embrague o los rodamientos. En cualquier caso estas tres reparaciones serán caras, aunque lo más recomendable es probar con las primeras soluciones y, si no dan resultado, llevar a la moto al taller antes de que el problema vaya a más y rompas el cambio, porque no solamente es costoso, si no que puede bloquear la rueda trasera y la cosa se pondría muy fea…
