Desde el momento en que salimos del garaje con nuestro scooter o moto sólo debemos preocuparnos de una cosa: llegar a nuestro punto de destino lo más fácil y cómodamente posible. Muchas veces, el denso tráfico de las ciudades nos obliga a mantener permanentemente la atención en plena “gymkana urbana” para solventar con éxito todas las situaciones que nos surjan:
Concentración
Intersecciones, incorporaciones, semáforos, cedas, glorietas… en todos los casos habrá que maximizar las precauciones, independientemente de si hay o no semáforo. Por cierto, cuidado con saltárselos en ámbar: en amarillo hay que detenerse. En la medida de lo posible deberemos mantener la distancia de seguridad con los vehículos que nos preceden, para evitar frenazos inesperados tanto de los que van por delante de nosotros como por los que vienen por detrás.
Ver para creer
La vista es un sentido imprescindible a la hora de circular en scooter, es el más importante y nos avisa de los movimientos inesperados a tu alrededor. Además de tener tu scooter bajo control, también deberás ver qué hacen los demás vehículos. No sólo hay que mirar hacia adelante, sino también a los lados, por el rabillo del ojo y a todas partes como si tuviésemos una “visión 360º” tipo camaleón. Llevar los retrovisores bien reglados es esencial para saber qué ocurre a nuestra espalda y, por supuesto, ¡ojo a los ángulos muertos!
Defensa mejor que ataque
Una buena manera de que los coches no te sorprendan es pensar que todos conducen mal. Aunque no sea cierto, mantener una actitud defensiva en lugar de relajarte como si estuvieses en el sofá de tu casa es muy útil. Dudar de todos sus movimientos puedes anticipar una posible reacción de tu scooter sin que te pille por sorpresa.
Hazte notar
Los scooter no son tan frágiles como una bicicleta, desde luego, pero tenemos las de perder en un toque contra otro vehículo de la vía. Además de usar elementos de seguridad activa como ropa reflectante, no debemos circular ocupando menos espacio del que necesitamos, pensando que por el hecho de ser más pequeños que un coche o autobús, ellos tiene prioridad. La bocina también puede ser buena aliada para dar un toque de atención en un momento dado. Marca tus movimientos, exagerando las acciones.
Frenada
Aprovechando que no hay embrague, lo ideal es llevar los dedos preparados sobre las manetas (cuatro en la izquierda y dos en la derecha) para tardar lo menos posible en accionar los frenos llegada la ocasión. Avisar con leves “toques de maneta” puede resultar interesante para que los demás nos vean más. También podemos compensar la cantidad de esfuerzo en ambos trenes ayudándonos primero con el trasero y deteniendo con el delantero. Es más seguro frenar en línea recta y gradualmente para evitar el derrapaje.
Señalización
Siempre hay que utilizar los intermitentes para cualquier cambio de carril o movimiento lateral. Hay que dejarlos accionados desde antes de iniciar la maniobra hasta poco después de concluirla. Son la única forma de avisar de nuestras intenciones a los demás: nadie es adivino. Por otro lado, la tecnología led está extendida en muchos modelos de última generación como el Xciting 400 o los K-XCT 125/300i: mejora el funcionamiento, gasta menos y se ve más. Los brazos también pueden ser útiles, tal y como aprendimos en el libro teórico de la autoescuela: sirven para reforzar la acción de los intermitentes.
Trampas
Pasos de peatones, marcas viales, baches, tapas de alcantarillas, grietas, obras, juntas de dilatación, socavones, tapas de registros, rejillas de ventilación, coches en doble fila, charcos, cambios de asfalto, manchas de combustible o aceite, arena, gravilla… Algunas calles de nuestras ciudades distan mucho de estar perfectamente acondicionadas para el correcto tránsito de la circulación. Lo ideal es esquivar estos elementos siempre que sea posible y, en caso contrario, agarrarnos fuerte al manillar con el scooter recto y sin acelerar.
Peatones
Al circular entre coches deberemos tener cuidado de que no nos abran puertas, de los frenazos inesperados, de la incorporación a nuestro carril de otras motos, de que no crucen transeúntes, de giros inesperados sin señalización, etc. Ojo con las zonas infantiles (colegios, guarderías, parques, etc): detrás de una pelota siempre hay un niño. Incluso cuando estemos llegando a un paso de cebra con visibilidad deberemos aminorar con tiempo por si acaso. Lo mismo sucede con el carril bus o paradas de taxi: si hay vehículos de servicio público detenidos, tendremos que esperar. Más aún si tenemos en cuenta que al parar, los usuarios podrán salir por un lado u otro, por delante del vehículo o por detrás, sin que nosotros nos percatemos de su presencia.
Velocidad
Los 50 km/h son de sobra conocidos por todos los conductores pero eso no quiere decir que tengamos que ir siempre a esa velocidad: sólo en caso de calle despejada y si tenemos muchos carriles. En la mayoría de los casos, la lógica se impone y circularemos al mismo ritmo que el resto de vehículos: ir en moto no significa que puedas saltarte todos los límites.
Conducción segura
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