Por necesidad o por gusto, en alguna ocasión seguro que has tenido que llevar a alguien en tu moto. Conducir llevando un pasajero puede llegar a ser bastante diferente con respecto a hacerlo en solitario pues entran en juego otros factores. Para que puedas disfrutar de la experiencia con seguridad hay varias claves que debemos seguir. Las hemos recopilado todas para que el éxito esté asegurado.
Revisión general de la moto
Aunque es algo que debes hacer de manera habitual subas o no a alguien de acompañante, en este caso es aun más importante. La vida del pasajero está en nuestras manos y no vamos a pecar de descuidados. Todos los componentes de la moto van a tener una carga extra de trabajo y por ello hay que estar cien por cien seguros de que todo está en orden. Muy importante es revisar las presiones de los neumáticos (en frío) y llevarlas al máximo recomendado por el fabricante para circular con carga. También hay que prestar atención a los frenos para que estén en orden y a la cadena (si la moto tiene) para que cuente con el estado de desgaste correcto y la tensión que impida que se parta. Ya que estamos una revisión rápida al resto de elementos de la moto como luces y niveles siempre vendrá bien.
Equipamiento
Nuestro acompañante debe ir correctamente equipado, al igual que nosotros. No escatimar en su protección es importante como también lo es que el casco sea de su talla. Es un error muy común tener un casco para los acompañantes que estos se ponen aunque sus tallas no sean las correctas. Como siempre decimos, aunque el casco es lo único obligatorio, completar el equipamiento con guantes, botas, espaldera y ropa de moto es recomendable. Por cierto, si el pasajero no llevase casco debes saber que es tu responsabilidad ante la ley.

Subir a la moto
Una vez que ya está todo listo tenemos semáforo verde para que el acompañante se suba. Es importante indicarle cómo y cuándo hacerlo si es poco experto en el asunto. Toda indicación será poca y ojo si se sube ya con la moto caliente para que no se queme. En cuanto a por dónde subirse, pues cada uno tiene sus gustos y depende del conductor, aunque lo más importante es transmitirle calma y el momento correcto para hacerlo porque si no podemos acabar en el suelo. Además, lo ideal es subir el pie de ese lado a la estribera y así poder hacer fuerza para pasar la otra pierna al lado contrario. Si fuese con el pie izquierdo pues ya sabes, pie izquierdo al estribo, para arriba apoyándose en el hombro del conductor si es necesario y tras pasar la pierna derecha al otro lado, pie derecho al otro lado.
Colocación
Hay que entender que llevar a una persona con nosotros puede afectar drásticamente a la conducción de la moto si esta no está bien colocada. Es por eso que debemos explicarle el efecto que su postura tendrá a la hora de circular. Además, no hay que dar por hecho que sabrá agarrarse debidamente. Lo más aconsejable es hacerlo a la cintura del conductor, pero eso no siempre es posible ni cómodo. Por suerte están las asas traseras a las que deberán agarrarse con fuerza para evitar sustos.
Movimientos al unísono
Siguiendo con esas explicaciones, debemos hacerle entender que siempre, sin opción, ha de replicar nuestros movimientos. Si nos inclinamos a la derecha, el pasajero deberá hacer lo mismo, nunca quedarse en el centro o, peor aun, inclinar para el otro lado. Puede que sea un acto instintivo en aquellos que no hayan montado nunca y les cueste dejarse llevar, pero han de entender que eso puede provocar un accidente. Si el pasajero no gira con nosotros veremos que la moto es mucho más complicada de meter en las curvas, así que aunque no puedas ver lo que hace sí lo notarás.

Adaptar la conducción
Independientemente de la experiencia de quien nos acompañe, debemos tener muy en cuenta que la moto no se va a comportar de la misma manera que cuando vamos solos y esto va a suceder en todos los aspectos. La aceleración se verá resentida y más aun cuanto menor sea la potencia. A la hora de frenar ese peso extra también va a hacer que la frenada se alargue. En las curvas nos pasará igual, al llevar más peso en la parte trasera notaremos que el comportamiento no es igual y que la moto no entra de la misma manera. Es por eso que debemos adaptarnos a todas estas circunstancias y adoptar otro tipo de conducción.
Comunicación
Estar en contacto continuo es una buena idea. Como bien sabes según aumenta la velocidad es prácticamente imposible escuchar lo que nos dice nuestro acompañante. Y no estamos hablando de ir a 120 por la autovía, en torno a los 50 ya es casi imposible hacerlo. Es por eso que hay que establecer una manera previa de comunicación por si es necesario. También existen y, por fin son legales sin ningún tipo de matiz, los intercomunicadores. Con ellos la comunicación puede ser constante para bien y para mal si tu acompañante no se calla…
Evitar las distracciones
Puede que llevar acompañante y más si vamos con el intercomunicador como hemos visto antes nos distraiga. Es por eso que hay que seguir centrados en lo principal que es la conducción. Como hemos recalcado desde un primer momento su vida está en nuestras manos y no debemos descuidarlo. Aunque no es una distracción y no haría falta decirlo, tampoco hay que intentar impresionar a nuestro acompañante, no hay nada que ganar y sí mucho que perder.

Vigilar el cansancio
Conducir una moto cansa, pero ir de paquete también. Las posturas a veces son muy forzadas y antinaturales y si además no se está acostumbrado a ellas puede aparecer el cansancio. Si esto ocurre hay que parar de manera inmediata pues el riesgo de caída es una realidad. Así que es importante que nuestro pasajero sepa que siempre que lo necesite podremos parar a descansar. Por cierto, cuanta más relajada sea la conducción menos exigente será para ellos así que es importante tenerlo en cuenta.
Ojo al bajarse
Si hay que tener cuidado al subirse también hay que tenerlo al bajarse. El recorrido juntos, al menos por ahora, ha terminado y como siempre el pasajero deberá esperar a que esté listo el conductor para el “desembarco”. Será el conductor el que avise cuándo bajar y el pasajero deberá llevarlo a cabo de manera sosegada. Poner la pata de cabra, por si acaso, puede ser una buena idea aunque también dependerá de los hábitos que tengamos nosotros y de cómo sea el pasajero. En cualquier caso, lo que siempre tendrá que tener es cuidado con el tubo de escape a no ser que conduzcamos una eléctrica.
Ahora ya estás preparado para la aventura a dúo. Aunque hay quien prefiere disfrutar de la moto en solitario, hacerlo acompañado también tiene su gracia.