La temporada de Pecco Bagnaia ha sido un poco de montaña rusa, especialmente el inicio donde no encontró la regularidad que necesitaba. Sin embargo desde Assen en adelante y salvo algún tropiezo como el de Japón, el piloto de Ducati ha sido una apisonadora frente a un Fabio Quartararo y un Aleix Espargaró que no ha podido seguirle el ritmo. Quizás sea un símil con lo que vimos en la carrera de Malasia, donde solamente otra Ducati, la de Enea Bastianini, pudo seguir el ritmo que impuso Bagnaia.
Pero no todo fue velocidad pura y es que en el arranque de la carrera, cuando Jorge Martín que arrancaba desde la pole se comenzó a escapar, Bagnaia no tuvo prisa, y siguió con su misión de lograr el título por encima de vencer la carrera. Esa táctica le dió buen resultado, pues aun perdiendo la estela de Jorge, se distanció del resto de sus rivales por el título tras una gran salida, todo sea dicho, y solamente tendría que “ocuparse” de Bastianini. Entonces, la caída de Martín cambió el panorama, el título estaba al alcance, pues ganando y con Quartararo fuera del podio podría llevarse el campeonato.
Aun así no se impacientó, comenzó a marcar el ritmo y con Enea a rueda apuntalaron la diferencia con los perseguidores mientras Fabio se peleaba con el grupo. De hecho Pecco no perdió la compostura cuando un Bastianini, aparentemente más rápido, le superó aunque no logró escaparse. Aguardó su momento, volvió a superar a Bastianini y aunque todos sabíamos que no habría lucha entre los dos pilotos de Ducati la situación se puso tensa. Tanto que se pudo ver como Dall’Igna, Ciabatti y Tardozzi, en pleno muro, hablaban sobre qué hacer, aunque al final no hubo que hacer nada y Bastianini se quedó detrás de Pecco que ganó su séptimo GP del año. El podio lo completó Quartararo que solamente puede esperar que se alineen los astros para mantener el título.
Aunque el francés ha puesto todo lo que tenía y ha sido el único piloto competitivo con la Yamaha, no ha podido plantar cara a las Ducati y, especialmente, a Bagnaia. Ahora se queda a 23 puntos de él cuando quedan 25 en juego. Por tanto, para tener opciones de título en Valencia solamente puede vencer y esperar que Bagnaia no sume dos puntos. Si el italiano queda 14 o mejor da igual lo que haga Fabio. Aun así, como dice el tópico, hasta la bandera a cuadros hay carrera y puede pasar de todo en dos semanas en Cheste.
El tercer aspirante al título, Aleix Espargaró, se despedía de sus opciones tras una carrera difícil en la que no pudo pasar de la décima posición final. El catalán ha llevado a cabo una temporada impensable hace un año con la Aprilia y la fiabilidad, tanto suya como de la moto, le han permitido llegar con opciones hasta el penúltimo GP del año. Se quedará sin premio gordo, pero todavía puede acabar el campeonato tercero con una moto con la que tanto él como Viñales han sufrido mucho en la parte final de la temporada.
Repasando el resto de pilotos en carrera y dejando de lado a los cuatro protagonistas, hay que resaltar el papel de Bezzechi, cuarto y llegando a incomodar a Quartararo en ocasiones. Rin, sufriendo por la falta de velocidad, logró una meritoria quinta plaza por delante de Jack Miller. Como se esperaba, Marc Márquez sufrió de lo lindo con la Honda y alcanzó la séptima posición por delante de Brad Binder, Johann Zarco y el propio Aleix. Ahora no nos queda otra que aguardar dos semanas hasta el GP de la Comunitat Valenciana para conocer el desenlace, aunque sería extraño que el título no fuera a parar a manos de Bagnaia y una Ducati intratable este año, en el que pueden conseguir todos los títulos en juego.
