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La seguridad vial comienza por uno mismo

Fotos: Youtube
Puede que las estadísticas digan que en la mayoría de las ocasiones, en un accidente el culpable no es la motocicleta. Puede que el informe de atestados diga también que fue el coche el que realizó una maniobra inadecuada, pero lo cierto es que los que sufriremos las consecuencias seremos nosotros.

Siempre hemos defendido que en temas de Seguridad Vial, el primero que debe demostrar los valores de la misma es el propio conductor, ya sea de motocicleta, automóvil, bicicleta e incluso peatón. Así, tal y como se suele decir, la mejor defensa es un buen ataque y por ello debemos conducir con el supuesto de que en cualquier momento, alguien realizará una maniobra incorrecta que nos pondrá en peligro y a prueba.

De esta forma estaremos preparados para reaccionar correctamente y, evitar el accidente o al menos minimizar las consecuencias del mismo. Habrá casos que será imposible pero en la mayoría de ellos, la experiencia de cada uno y el ser capaz de leer las intenciones del resto de conductores, nos darán una pista de lo que podría pasar a continuación. No somos capaces de leer el futuro pero sí de predecirlo con bastante exactitud.

Es por ello que en muchas ocasiones, una velocidad adecuada a la carretera nos puede ayudar a evitar un accidente, como el vídeo que os ponemos a continuación. El conductor de la moto llevaba una velocidad reducida, lo suficiente para poder realizar una maniobra evasiva y evitar el accidente.

Esto nos lleva por ejemplo a un caso que se produce con relativa asiduidad en algunas carreteras frecuentada por motoristas los fines de semana. En determinadas zonas la velocidad se reduce por la proximidad de cruces, en algunos casos situados tras curvas en la que la visibilidad es reducida.

Si en este punto, el motorista no reduce su velocidad puede encontrarse con un vehículo en medio del cruce sin poder evitar la colisión. ¿Es culpa del coche? En muchas ocasiones no pues sólo hay que tener un poco de empatía y situarnos nosotros en el cruce, comprobando que sólo hay un instante entre que miramos la curva para salir y de repente, una moto se nos echa encima a gran velocidad.

Si ese mismo conductor, hubiese llegado a la curva a una velocidad moderada, en la mayoría de ocasiones le habría dado tiempo a frenar o bien al conductor del coche a salir del cruce. En la mayoría de ocasiones, los límites de velocidad específicos en determinadas zonas están puestos precisamente para evitar accidentes debido a las diferencias de velocidad o la poca visibilidad.

Es bueno que lo recordemos el próximo día que salgamos a la carretera.

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