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La moto en invierno: ¡no te bajes!

Fotos: Javier Ortega
Según muchos, el invierno es la peor época del año para montar en moto pero, salvo en zonas de alta montaña, ¡en España es mucho peor el verano! En este informe te detallamos lo que puedes hacer para seguir disfrutando de ella con frío.

En invierno, con unas cuantas precauciones básicas y buen equipamiento, no hay mayor problema para que puedas seguir disfrutando de tu moto un buen montón de kilómetros.

Quizá, si llevas ya muchos años en esto, los consejos que te damos aquí son superfluos o al menos bien conocidos. Pero no está de más recordarlos y más si no llevas tantos años o hasta ahora eres de los que le echa la manta por encima a la moto hasta el mes de mayo. Quizá podamos convencerte de que este invierno no te bajes de la moto.

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Tu moto

La moto no requiere de muchos cuidados especiales para seguir circulando en invierno. Como es lógico, cuanto más nueva esté, cuanto mejor cuidada se conserve y más de serie (con pocas modificaciones mecánicas, me refiero), mejor preparada estará para el invierno. Aún así, ciertos componentes y ciertos “rituales” de mantenimiento son de ayuda en esta época.

Neumáticos

Como siempre, vigilar la presión y el dibujo, con mayor asiduidad si cabe en este aspecto. El dibujo del neumático es el encargado de desalojar el agua que la moto pisa y ahora, con lluvias frecuentes, es especialmente importante. Si que hay que tener especial cuidado con los neumáticos con muchos años: a pesar de que tengas buen dibujo y la presión correctamente ajustada, según las especificaciones del fabricante de la moto, las ruedas con mucho tiempo pueden estar cristalizadas. Esto es un proceso por el que las ruedas pierden parte de su elasticidad y con ello, agarre. Si ves que la banda de rodadura adquiere una dureza similar a la de un plástico y tiene brillos, malo. Ante la duda, cambia los neumáticos: lo que te gastes en ruedas dudosas lo ahorras en dentista o en males mayores.

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Aceite

No debe haber mayor problema si has seguido el mantenimiento programado. El fabricante, al diseñar ese mantenimiento sí tiene en cuenta que las motos se usan todo el año, en todo el mundo, por lo que su sistema de lubricación y el aceite recomendado cubre las necesidades bajo cualquier temperatura.

Para mayor tranquilidad, ten en cuenta que el grado SAE del aceite te indica la viscosidad en función de la temperatura y en motores normales se considera que un SAE 10 trabaja a viscosidad correcta a -20º. Y si a esa temperatura sigues montando en moto, eres nuestro héroe. Pero cuidado y no te fíes: aunque este SAE es de los más comunes, hay motores que requieren más o menos viscosidad, así que lo mejor es que vayas a tu manual de mantenimiento y te asegures del SAE requerido para tu moto para las distintas temperaturas. Suele venir un gráfico con distintos grados de aceite para distintos rangos de temperatura.

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Radiador

Siempre es importante emplear el líquido refrigerante adecuado y en invierno es cuando tiene mayor importancia. De hecho, lo normal es llamarlo anticongelante… por algo será. Está fabricado con alcoholes, aditivos antioxidantes que previenen la corrosión y agua destilada. Puedes encontrarlo concentrado o en distintos niveles de mezcla con agua y en el propio envase te indica las temperaturas para las que está preparado. Pero por si quieres comprarlo concentrado y mezclarlo tú mismo, generalmente a un 30% aguanta unos 18º bajo cero, más que suficiente en una utilización normal.

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Batería

El invierno es la “época dorada” de los fabricantes de baterías, ya que el frío suele “terminar” con ellas en cuanto no están en perfecto estado. Poco puedes hacer para evitarlo, salvo ser precavido, tener unos cables a mano o incluso una batería ya comprada y preparada. Ten en cuenta, que a pesar de que hayas tenido una batería durante 6 años, o un amigo te diga que la suya ha durado más de 10, si tu moto duerme en la calle, a los dos años ya estás en riesgo de que se descargue sólo por el frío y más si no usas la moto todos los días. Con tres años, una batería moderna, en una moto poco usada y guardada en sitios fríos, el riesgo de que no arranque cuando tú quieres, es alto.

Conducción

Agua y hielo

Son elementos que te puedes encontrar en tu ruta en invierno, peligros que se suman a la lista de cosas “a vigilar” en la carretera. Y si vamos a montar en moto en invierno debemos estar prevenidos para ello. Mucho cuidado en carretera en la zonas de sombra: tanto si hay manchas de humedad como si no, en estas zonas puede que el sol no haya secado el suelo o incluso, si hace frío y aunque no haya llovido, puede que siga congelado el rocío de la mañana. Cuidado también (y como siempre) con los pasos de cebra y pinturas sobre el suelo: muchas veces ocultan que están más húmedas de lo que parece y si siempre son resbaladizas, en estas condiciones lo son más.

Concentración Pingüinos

Nieve

No hay cadenas para moto, como sabes, y aunque hay que estar bastante “pirado” para irse a la nieve en moto, no es tan difícil encontrarte con la nevada repentina en la vuelta a casa o cuando estás en medio de “ningún sitio”. Lógicamente, el consejo más sabio es que busques refugio cuanto antes y te quedes “quietecito” hasta que puedas volver, pero a veces (a mí me ha pasado) no hay más remedio que ir sobre la nieve. Con mucho cuidado, procurando no frenar y menos de delante, y con mucha retención de motor para las bajadas, puedes salir de esta.

El problema lo tendrás como haya una subida ya que no hay tracción. Un buen truco es atar una cuerda al neumático trasero o si tienes suficiente, varios trozos, como si quisieras sujetar el neumático a la llanta: Asegurándote de que la rueda gira libremente, habrás construido una especie de cadena de nieve que mejorará la tracción.

Equipamiento-accesorios

Con una moto de serie, bien mantenida y si no te complicas la vida haciendo rutas de alta montaña o saliendo los días en que el parte meteorológico lo pinta peor, este capítulo pasa a ser el más importante. No sólo por seguridad, sino también por la comodidad que supone ir bien equipado para el frío. Y por supuesto, comodidad también supone seguridad: si no vas pensando en lo mal que lo estás pasando, podrás concentrarte mejor en lo que pasa a tu alrededor.

Ropa

De invierno y a ser posible con forros desmontables es lo más aconsejable. Chaquetas o pantalones de alta montaña no están diseñados para la moto y por tanto son menos aconsejables: pueden flamear con el viento y por supuesto, no protegen lo mismo en caso de caída. En muchos casos, además, limitan bastante los movimientos, lo que la convierte en incómoda en algunos tipos de motos (como las deportivas) y poco segura. Si hace mucho frío si es aconsejable usar ropa interior térmica.

En el cuello y la cabeza, cortavientos, buzos o pasamontañas son aconsejables, aunque lo más cómodo son los tubos tipo Buff, que puedes subirlos más o menos e incluso una vez bajado de la moto puedes mantenerlo puesto alrededor del cuello sin que “cante” mucho, si es de un color neutro. Los guantes, al igual que el resto de la ropa, si no son de moto te sorprenderá cómo a los pocos kilómetros el aire los ha enfriado y ya sirven para poco. Y por supuesto, para nada en caso de caída. Con el calzado pasa lo mismo: si es de moto y para invierno, mejor, pero en este caso, si hablamos de uso diario es posible que tengas que usar un calzado más normal. Puedes evitar, al menos, mancharlo, usando cubrebotas.

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Accesorios

No te olvides de echar un vistazo a los catálogos de accesorios destinados a tu moto. En una naked o una custom será muy interesante montar una pantalla que te quite el aire del pecho. Para scooters se han puesto de moda las mantas que tapan las piernas y si te das un “paseo” por sitios como París, con muchas motos y mucho frío verás como tienen un éxito asombroso. Por algo será. Menos de moda, pero todavía se ven son las manoplas que se colocan en el manillar y cubran puños y manetas. Es una solución “calentita”, desde luego, pero también bastante antiestética y poco segura en caso de caída, porque te puedes quedar pillado por las manos a la moto.

Más “técnica” pero también más aconsejable es montar unos puños calefactables. En tu tienda de accesorios los tendrán disponibles y si eres mañoso no son difíciles de montar. Y si no, en tu taller te los montarán en cualquier moto sin muchos problemas. Funcionan bien y mantienen las manos calientes aunque haga mucho frío. Y si te van esas cosas, podrás encontrar ropa calefactable, con baterías o conectadas a la moto. No las he probado, la verdad, pero en principio, nada que te mantenga “atado” a la moto parece demasiado seguro, por lo que sigue siendo preferible arroparse bien y punto.

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