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La Guardia Civil detiene a ocho personas por el robo de una moto

Fotos: Guardia Civil
Tras su sustracción, y siempre según la versión ofrecida por el Instituto Armado, el vehículo pasó de mano en mano por diferentes propietarios a sabiendas de que se trataba de un vehículo robado. Afortunadamente, la moto a la que habían alterado el número de bastidor, fue devuelta a su legítimo propietario.

La lacra de los robos de motos es un mal que afecta a muchos usuarios que han visto como su moto desaparecía de su garaje, de su casa, de la calle, de un parking para no volver a saber de ella nunca más.

Sólo algunos afortunados llegan a recuperar su motocicleta, como es el caso que nos atañe y que ha acabado con ocho detenidos en la denominada como “Operación Kate”. Todo comenzó cuando el pasado mes de julio, cuando se produjo la entrada y registro domiciliario acordado por el Juzgado de la localidad de Llerena y se encontró una motocicleta. Cuando los agentes procedieron a inspeccionarla, se dieron cuenta que la placa con el número de bastidor había sido alterada, se devolvió a su legítimo propietario y a partir de ese punto comenzaron las investigaciones.

Casi seis meses después, se han llevado a cabo las detenciones de ocho personas en los municipios extremeños de Don Benito, Valencia de Torres, Llerena y Fuente del Maestre, además de en la localidad toledana de Yuncos. Los cargos presentados contra ellos, que han variado en función de su implicación, van desde delito de sustracción y receptación, hasta estafa y falsedad documental.

Según las investigaciones, una vez la moto fue sustraída pasó a manos de un vecino de Yuncos, que presuntamente fue el encargado de llevar a cabo las modificaciones en el número de bastidor. Posteriormente, la moto viajó hasta la Provincia de Badajoz tras ser vendida sin ningún tipo de documentación. A su vez, el nuevo propietario la vendió por medio de un tercero a otros dos propietarios que se hicieron con ella a pesar de que tampoco hubo contratos de compra-venta ni documentación de por medio. Pero el viaje de la moto no acaba ahí, si no que a modo de trueque es cambiada por otro vehículo para ser “vendida” por última vez por un precio sustancialmente inferior al de mercado.

Dependiendo del grado de implicación, los cargos presentados varían y son de mayor o menor gravedad y, actualmente, tal como recoge la Agencia EFE, se está investigando si los implicados están relacionados con algún otro tipo de actividad similar.

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