La categoría reina del antiguo Mundial de Motocross de 500 cc debutó en 1952, siendo 2002 el último año con formato de “toda la vida”, cambiando desde entonces al MXGP actual con superioridad manifiesta de las monturas de 450 cc y 4 tiempos. Hasta la década de lo s’70 el dominio fue para las marcas europeas, pero el panorama fue cambiando hasta que las japonesas consiguieron hacerse con el control en 1977. Desde entonces KTM ha sido la única marca del Viejo Continente que se codea con ellas.
Kawasaki presentó su KX500 en 1983, un modelo que se mantuvo en catálogo durante 20 años. Nuestra protagonista es una unidad de 1995, cuarta generación de la “bestia verde”. Con 65 CV, pocos pilotos eran los que conseguían aprovechar todo el potencial de esta pura sangre. La preparación de la foto emplea un chasis-motor originales, pero el basculante de origen se ha fusionado con otra unidad proveniente de un trike Yamaha TRI-Z 250 ATC, junto a unas llantas anchas y unas aletas traseras recortadas heredadas de un quad Kawasaki Tecate. Todas las piezas originales han sido restauradas y mejoradas (pistón Wiseco, colector Dyno Port, silencioso FMF, etc), las tijas triples mecanizadas-pulidas son a medida, los bujes son reforzados, tiene luces LED, el guardabarros delantero es de KX200 y cuenta con manillar Protaper de Honda CR250R.
Según su antiguo dueño, esta KX es una máquina tan rápida como potente, una pasada no apta para neófitos ya que, los trikes, fueron prohibidos en en mercado americano debido a las peculiaridades de su conducción. Es fácilmente convertible en una unidad original si de dispone de un basculante de serie. Esta joya salió a subasta en Ebay y ha conseguido recaudar 4.500 dólares, un buen precio para un vehículo de coleccionista.
