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Inmovilidad eléctrica, contaminación y microecología

Fotos: SMN
Confundir movilidad con ecología es un problema muy grave, un denominador común en nuestra sociedad "buenrollista" actual. ¿Sabemos que eléctrico y ecológico tampoco son sinónimos? Legislación, fiscalidad, tecnología, atascos, e-bike, RSC, política, downsizing y moto son una amalgama de conceptos altamente tóxicos si están mal imbricados. La futura movilidad sostenible es ciertamente incierta... ¿o no?

El 95% de los seres humanos vive en suelo urbano y la masificación en las grandes ciudades es un problema serio y muy tangible: el maldito trabajo así lo exige. “Moverte” en las mega-urbes europeas requiere ingentes dosis de paciencia, tiempo y mucho yoga para no abandonar en el intento o cometer un homicidio en grado de tentativa. En el 61% de los atascos se utiliza el automóvil, por un simple 8% de las motos, algo realmente contradictorio cuando LA MOTO ES LA ÚNICA ALTERNATIVA DE TRANSPORTE PRIVADO VÁLIDA contra las congestiones apocalípticas. Realmente la fórmula actual no vale y hay que buscar soluciones. El coche es el vehículo más ineficiente del mundo para desplazarte por ciudad, por una simple lógica tiempo-espacio-coste. Para el transporte público optamos por metro, autobús, tren, taxi y tranvía, pero no siempre están disponibles a cualquier hora y en cualquier lugar. ¿Bici? Atrévete si tienes huevos. ¿Y los que viven en el extrarradio y quieren “soltar” el coche? La dura realidad es que no hay alternativas excepto, nuevamente… las dos ruedas.

Los privilegiados que todavía no tenemos coche y sólo lo alquilamos en momentos puntuales disfrutamos de cierta posición ventajosa, pero la cosa se está poniendo fea para todos. La Navidad madrileña es un ejemplo de las últimas restricciones de tráfico, la ejecución de una sentencia de Manuela que bien podría ser la consecuencia de un planteamiento filosófico consistente en devolver el “espacio robado” al peatón para que malgaste euros a placer en un insano e incivilizado ejercicio consumista por el centro de la villa. ¿Dónde está el fallo? ¿Cómo nos desplazaremos en el futuro? ¿Cuál será el transporte rey? ¿Qué papel jugará la moto? ¿El scooter eléctrico llegará a ser una opción real algún día? ¿Es oro todo lo que reluce?

La solución ideal no existe, pues siempre favorecerá a algunos en detrimento de otros, pero intentemos encontrar el equilibrio entre todos. ¿Sabías que el 40% de la energía total consumida por los españoles se dedica al transporte? Partiendo de la base de que el argumento que más pesa a la hora de elegir el medio de transporte es la COMODIDAD (66%) y de que en la sociedad actual cada vez nos cerramos más en nuestro propio y narcisista individualismo mal entendido, claro, vamos apañaos. Enlatado en solitario a las 9:00 y a las 19:00 dentro de un todocamino de moda o sucedáneo, ocupando mucho más espacio del que se necesita, todos los conductores se sienten como en casa, una prolongación del hogar sin estar en el hogar: ridículo pero egoísta.

Al año se pierden millones de horas productivas en atascos

No nos engañemos: la administraciones, los políticos y las marcas disfrazan de contaminación atmosférica muchos problemas de simple congestión porque realmente se la suda. Siempre se nos olvida la vertiente acústica, que también existe y contamina, repercutiendo en forma de futuras secuelas psicológicas para muchos de los que todos los días paladeamos el vómito de humo del “gran infierno gris” a cambio de tickets canjeables por menos vida a partir de los 70. Claro, cuanto más atascos, más tiempo emitiendo gases nocivos, haciéndose necesarias restrictivas normativas y limitaciones “físicas” para rebajar los niveles y que la legislación de cada ciudad parezca que hace su trabajo y la Directiva Europea no nos de collejas si ve que alguno de sus países miembro están “fumando” demasiado. ¡Euro 4 bienvenida! Permíteme el brote nostálgico: ¿te acuerdas del humo azul? El 2 tiempos agoniza desde el cambio de siglo camino de la extinción absoluta, al mismo tiempo que todas las motosierras madereras del planeta no paran de talar a placer. Y si mi moto tiene más de 25 años, ¿he de quemarla en la hoguera cual bruja en la inquisición? Menos mal que el 70% de los coches de nuestro país son diésel… Más bonificaciones fiscales por contaminar, ¡gracias!

Por otro lado, la energía eléctrica como fuente “verde”, panacea y solución de todos nuestros males, es una contradicción acojonante. Amigos, hay que huir de las “verdades absolutas”. Que yo sepa la electricidad se genera quemando combustibles fósiles en centrales térmicas y residuos radiactivos en centrales nucleares. La electricidad no contamina cuando la consumimos pero sí cuando la producimos: súper sanote. Ojos que no ven, corazón que no siente. Del Real Decreto de Autoconsumo eléctrico del año pasado, que aniquila toda posibilidad de instalarte una placa solar en tu casa sin pagar a diestro y siniestro, mejor no hablar.

Independientemente de estos “insignificantes” detalles, todos los usuarios con carnet de coche son clientes potenciales de motos eléctricas pero, en el fondo, pasan olímpicamente de comprarlas principalmente por cuatro motivos: escasa autonomía, estaciones de recarga testimoniales, coste de adquisición elevado y marcas desconocidas. Cojonudo. ¿El lobby del petróleo es tan fuerte que elimina cualquier alternativa factible que les pueda hacer pupita? ¿Por qué no la pila de hidrógeno? ¿Vehículos híbridos como tecnología puente?

Las motos abandonan las aceras de la Sagrada Familia

Otro nuevo frente abierto y que no hay que dejar de lado en este complejo conglomerado transportista es el de las nuevas tecnologías. La Movilidad conectada jugará un papel importantísimo en la potenciación de la movilidad colectiva. APPs, geolocalizadores, conectividad, coches compartidos… KYMCO ya se ha puesto las pilas gracias a su Noodoe way of life ¿Quién será el siguiente?

¿Todavía tienes miedo a moverte en moto? Echa un vistazo al número de scooters vendidos en el mercado asiático y latinoamericano: las cifras mundiales positivas viven de ellos. Favorecer la movilidad en moto no significa mayor siniestralidad. En la última década el parque-moto madrileño se ha incrementado un 53% mientras que la siniestralidad ha descendido un 70%. ¿Magia?

La Administración debe liderar las medidas en defensa de la moto “desde fuera”, con el ciudadano participando “desde dentro”. ¿Movilidad urbana? SÍ. ¿Seguridad? SÍ. ¿Formación? SÍ. ¿Educación vial? SÍ. ¿Sentido común? SÍ. ¿Reflexión? SÍ. ¿Scooter razonable para diario y viajes obligados al trabajo? SÍ. ¿Caladeros de recaudación oportunistas? NO. ¿Soluciones prácticas? SÍ. ¿Castigo y persecución sin motivo? NO. ¿Masoquismo? NO. ¿Domingueros al volante? NO. ¿Coche sólo para más de dos personas y familias? SÍ, POR FAVOR. Barcelona, París o Roma ya han sucumbido a los lascivos encantos del motociclismo… ¿Por qué no ampliar el listado? Las matriculaciones parece que van por buen camino.

Por último, amigos, no quiero despedirme sin recordaros, una vez más, que no cometáis la alocada y pecaminosa acción de subiros en vuestra moto sin regar antes ese bonsái al que tanto cuidáis con el mejor fertilizante orgánico, al tiempo que disfrutáis de un nutritivo, apetecible y sabroso desayuno bio-ecológico compuesto por huevos camperos rellenos de alga marina deshidratada, tomates zen, yogur natural desnatado y minitortitas de arroz sin gluten aderezadas con muesli, cereales integrales al vapor, pescado azul, algo de verdura cruda y mucho jugo de coco verde. Vuestro organismo os lo agradecerá.

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