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En busca de una aventura en moto: lo que debes tener en cuenta

Fotos: Bihr / RST
SMN
Cualquier momento es bueno para emprender un viaje en moto. Solamente hacen falta ganas de vivir una aventura y prepararte a conciencia para disfrutar a tope en todo momento.

Obviamente son muchos los aspectos que debemos tener en cuenta antes de empezarlo y abarcan desde el propio “plan de ruta” hasta los accesorios que necesitaremos y, por supuesto el equipamiento que vamos a llevar encima de la moto. Al fin y al cabo buscamos una aventura en moto de la que disfrutar y no una aventura en moto que nos haga sufrir y no tener ganas de volver a repetir  ¿no?. Así que, vamos a repasar los puntos más importantes que debemos tener en cuenta.

Tiempo disponible y su gestión

 

En realidad el viaje empieza antes de salir y la planificación del mismo es realmente importante. Aunque hoy en día gracias a los teléfonos inteligentes tenemos la mitad del trabajo hecho en ruta, lo ideal es ser previsor. Debemos saber dónde vamos a ir (obviamente) y mirar el recorrido que vamos a hacer. De esta manera podemos planificar puntos de parada tanto para el descanso como para el repostaje, pero también podremos ver qué nos espera en ruta, cómo es la carretera, si vamos a ascender montañas o pasar por zonas húmedas o extremadamente secas… 

Además, al hacer esto ya sea con los navegadores y simuladores actuales como con los mapas de toda la vida (que esos no dependen de la batería que tengamos en el móvil) podremos hacernos una idea del tiempo que nos va a llevar. Con esa planificación de tiempo y teniendo en cuenta los días que tenemos para disfrutarlo veremos si esa ruta soñada está a nuestro alcance o si nos va a llevar con la lengua fuera con tal de disfrutarla.  

Una chaqueta polivalente es la mejor elección

Equipamiento: no dejes nada al azar

 

Son muchísimos los aspectos a cuidar antes del viaje y, aunque parezca mentira, con el hecho de preparar todo hay quien se olvida de un punto que es básico y fundamental, equiparse correctamente.

La mejor de las ideas es optar siempre por un equipamiento que sea polivalente, es decir que nos valga tanto si vamos a transitar por zonas más húmedas como por zonas más calurosas e incluso frías. Para ello lo ideal es que cuente con un buen sistema de ventilación regulable, que se pueda abrir o cerrar las aperturas en chaqueta y pantalón en función de la necesidad. También es realmente importante que sea tanto impermeable por si nos cae un chaparrón imprevisto como transpirable, porque si no la humedad que genere nuestro cuerpo se quedará atrapada con las consecuencias en confort que ello tiene. Tampoco hay que dejar pasar la oportunidad de optar por una prenda que tenga un forro desmontable, esto terminará de darle esa polivalencia que necesitamos porque si vamos a pasar por una zona fría de verdad o incluso si hacemos lo contrario, rodar por zonas frías y llegar a una más calurosa, podremos contar con una prenda que será prácticamente de invierno o de verano en función de nuestras necesidades. Una vez tenemos cubierto el cuerpo no podemos caer en el error de despreocuparnos por los pies. Pocas sensaciones hay más incómodas que el tener los pies (o las manos) mal protegidos contra las inclemencias y también contra una posible caída. Por eso hemos de buscar una bota, preferiblemente de cuero y sin cordones, que sea impermeable pero que transpire, si no imagina al cabo de unas horas de ruta… Pero tampoco debemos descuidar la seguridad y para ello tenemos que optar por alguna que lleve refuerzos en el talón y también en la puntera.   

No hay que descuidar los pies, nuestra seguridad y confort va en ello

La moto: todo revisado

 

Por último, pero no por ello menos importante, está el estado en el que tengamos nuestra moto. No solamente nos puede dejar sin vacaciones, si la moto no está en su sitio podemos tener desagradables experiencias. Las ruedas deben de estar en condiciones óptimas tanto de desgaste como de estado general y, por supuesto, presiones. Frenos, líquidos, tensión y engrasado de cadena, estado de las luces… todo eso hay que revisarlo de antemano y si estamos cerca de tener que pasar la revisión es mejor hacerlo antes que después del viaje. Si además solamente usas tu moto de cuando en cuando, quizás antes de usarla en un viaje largo te vendría bien un par de días de escapadas cortas, así podrían aflorar pequeños problemas que no se perciben en parado pero que te pueden fastidiar el viaje.

Con todo ello, ahora te toca salir a disfrutar del viaje y de las carreteras.   

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