Francia aprobaba hace unos de días el Decreto 2016-1232 mediante el cual pasa a ser obligatorio el uso de guantes tanto para los conductores como los pasajeros de las motocicletas, vehículos de tres ruedas, así como cuadriciclos de motor y ciclomotores.
La Ley entrará en vigor dos meses después de la publicación del Decreto, que podéis leer en este enlace, es decir, el próximo 20 de noviembre. A partir de esa fecha, quien conduzca sin guantes se expone a una multa de las denominadas de tercera clase, es decir 68 euros. Además se le retirará un punto del permiso de conducir.
La medida busca reducir el número de lesiones en manos y muñecas que sufren los motoristas, sobre todo en épocas estivales donde la gente suele ser más propensa a ir con las manos desprotegidas, con el consiguiente peligro en caso de accidente ya que por instinto es lo primero que anteponemos para amortiguar la caída.
Los estudios en seguridad vial hicieron notar que alrededor del 20% de las víctimas de accidentes de motos sufren heridas en las manos o en las muñecas. Según un estudio elaborado al respecto, con unos guantes homologados las heridas en las manos quedan atenuadas o se evitan en el 95% de los casos. También recordó que aunque las motos representan únicamente el 2% del tráfico en Francia, en 2015 supusieron el 43 % de los heridos graves en accidentes de circulación,lo que equivale a más de 12.000 personas.
Lógicamente la medida no ha sentado muy bien en las diferentes asociaciones de motoristas que piensan que la medida no debería ser obligatoria. En su lugar, se debería concienciar a la gente del peligro de ir sin guantes. Además tampoco están de acuerdo con la retirada de un punto del permiso ya que esto debería hacerse en acciones que ponen en peligro a otros conductores y, sin embargo, este no es el caso porque el único que se expone al peligro es el conductor y/o pasajero.
Ahora bien, por mucho empeño que se ponga, las labores de concienciación suelen servir hasta cierto punto y, luego, para una gran parte de la sociedad van a parar a saco roto. Por ejemplo, el casco es obligatorio en España desde 1992 y, sin embargo, este verano fallecieron dos motoristas que no llevaban casco de seguridad.
Esta nueva Ley se suma a la que entró en vigor en enero de este año también en Francia y que obliga a los motoristas a llevar un chaleco reflectante o similar guardado para poder ser usado cuando se para en el arcén, al igual que se debe hacer en España si se circula en coche.
