No es normal que se produzcan tantos ceros por parte de Yamaha en 8 Gran Premios. La carrera de Valentino Rossi, si la tensión en el box fuera más baja, habría sido más conservadora, pero como tiene que alcanzar en la clasificación a Jorge Lorenzo y Marc Marquez se arriesga más, y en Assen se fue al suelo. Se están presionando tanto en Yamaha que cometen errores. Está sucediendo todo lo contrario a lo que pasó en 2015. Hasta bien entrado el Mundial 2015 no se vieron como que eran los verdaderos rivales por el título, y se respetaban. Ahora están enfrentados, tensos, y esos pequeños detalles no ayudan. Y luego hay otras cosas, otros problemas, porque no es normal ver sufrir tanto a Lorenzo; es raro.
En 2015 ambos estaban centrados en batir a Honda, y este el objetivo es derrotar a tu compañero. Marc Márquez, como todo fuera de serie, ha aprendido de los errores cometidos en 2015, ahora lo importante es acabar carreras y tiene una ventaja preciosa.
Sin la tensión que existe en el box de Yamaha, quizás Valentino Rossi se habría tomado las cosas con más calma y no habría cometido ese error
Parece que hay lío en Honda por el cruce de declaraciones entre Pedrosa y Márquez, la situación limita las posibilidades de Pedrosa, porque no va cómodo en la moto. Independientemente de la clasificación actual del campeonato, sin los ceros de los pilotos de Yamaha, también hablaríamos de un momento difícil para Márquez, porque se encontraría en una situación diferente que le obligaría a realizar una gestión distinta.
El resultado general de Honda es bastante pobre. Malos resultados para Crutchlow y muchas dudas con Rabat y Miller. La decisión tomada a principio de temporada por Honda no ha logrado los beneficios que buscaba conseguir y se han perdido las virtudes que disfrutaba la Honda.
En cuanto a la decisión de parar la carrera y reanudarla, es difícil establecer cuándo una carrera en mojado se convierte en más peligrosa de lo que debería ser; solo los pilotos pueden decirlo. Estoy convencido de que ellos, en función de sus respectivos intereses, dirían cosas diferentes valorando una misma situación. Es Dirección de Carrera quien lo determina, creo que fue justo que se detuviera. A partir de ahí valoran cómo evoluciona la meteorología. Aquí en 15 minutos se tomó la decisión de reanudarla porque se preveía una mejoría; hace cuatro años en Malasia se dio por cancelada tras una media hora de espera.
Si valoramos cómo se desarrollan las primeras vueltas de la segunda carrera, entran en juego otros factores, diferentes al propio estado de la pista: las prisas de los pilotos porque la distancia de carrera es más corta. Las condiciones eran delicadas, sí, pero en general fue el exceso de ímpetu lo que acabó con los pilotos por los suelos. Luego hay varias lecturas en función de lo que comentan los pilotos. Rossi dijo que montó el neumático blando atrás y que eso le dio más agarre en el tren trasero, y por tanto empujaba el tren delantero, este desequilibrio acabó generando la caída. Quizás hay otro factor: en la segunda carrera, Rossi no fue nada conservador. Salió tan decidido que en la vuelta de calentamiento rodaba primero, dispuesto a romper la carrera dentro de lo que cabe en esas circunstancias.
Quizás la decisión de montar ese neumático no fue correcta, pero le permitió tirar en los primeros compases, aunque esa fue la elección de todos. En la primera vuelta le sacó tres décimas a Dovizioso; en la segunda tenía dos segundos sobre Márquez. No fue cauto.
Ha cometido, según dijo él mismo, el error más grande de su vida, seguramente empujado por la situación que hay en su box, ansioso por romper la carrera en la primera vuelta, y termina cayéndose. Pedrosa se cae porque hay un momento en el que intenta pasar a Espargaró y cambia de trazada. Bajo mi punto de vista no fue un problema de la pista, sino de ímpetu en los primeros compases.
En Assen se produjeron muchas caídas, incluso en seco. Este Gran Premio ha tenido 79 caídas, el doble que en 2015 y 2014, y muchas más que en los años anteriores. A la vista de los problemas de los pilotos en MotoGP, la lectura de este Gran Premio es que a principio de temporada todos se quejaban del neumático delantero, pero a raíz del incidente de Scott Redding en Argentina, cuando se le rompió el neumático trasero, se introdujo una carcasa más dura limitando el agarre de este pero asegurando la durabilidad, esto ayudó a tapar el límite del neumático delantero. Ahora los equipos ya han aprendido a trabajar con el neumático trasero, Michelin ha introducido mejoras, podría ser que de nuevo estén trabajando en el límite del neumático delantero, a la vista de las numerosas caídas producidas en seco. Veremos en Sachsenring si esto sigue siendo un problema, es bastante crítico en la parte delantera, por ejemplo la curva 11, esperemos que no.
Los neumáticos vuelve a dar de qué hablar. Hubo demasiadas caídas en seco. De nuevo, el neumático delantero está en el centro de las críticas
En definitiva, que tantos ceros de Yamaha han permitido a Márquez lograr una regularidad y rodar con una calma que no tuvo en 2015. Marc ha sido muy autocrítico y ha reconocido que, a parte de algunas carencias técnicas, alguna actuación suya le privó de luchar por el campeonato en 2015.
En la segunda carrera el exceso de ímpetu y las dificultades para poner en temperatura los neumáticos provocaron las caídas. Para conseguir que la goma se caliente tienes que empujar lo suficiente para generar temperatura, pero sin saturarlo, y hay que jugar con ese equilibrio. Pero si no se tiene confianza nunca vas a generar la suficiente temperatura para que el neumático trabaje bien. Hay que encontrar ese equilibrio donde empujar al neumático, pero en mojado no hay concesiones, y en esas condiciones en Assen a día de hoy Lorenzo no lo consigue.
En estas situaciones se nos presenta un dilema: ¿Qué genera la confianza? Hay que creer para tener confianza o hay que tener confianza para creer… ¡¡¡El difícil mundo de las carreras!!!