Publicidad
[the_ad_placement id="adsense-mega-2-mobile"]

¿De verdad se contamina menos circulando a 70 km/h?

Fotos: SMN
Una de las medidas aplicadas por la mayoría de los Ayuntamientos con el fin de reducir los niveles de contaminación en las ciudades es limitar la velocidad a 70 km/h. Pero la pregunta es: ¿los vehículos emiten menos contaminación a esa velocidad? Lo cierto es que sí, pero con matices.

Los protocolos para la lucha contra los días de alta contaminación incluyen, entre otras medidas, limitar la velocidad en algunos de los accesos a las ciudades hasta los 70 km/h. En el caso concreto de Madrid y la M-30, la velocidad desciende desde los 90 km/h habituales.

Esta medida no está exenta de polémica, sobre todo de cara a su efectividad real para descender los niveles de elementos contaminantes en la atmósfera. Pero lo cierto es que sí, que esta reducción de la velocidad ayuda en la lucha contra una mejor calidad del aire en las ciudades aunque debe complementarse con otras medidas que, individualmente tampoco funcionarían.

¿Cuándo un vehículo emite menos contaminantes?

Gráfico emisiones contaminantes

Cuando está parado y con el motor apagado. Aunque esta respuesta en concreto no nos sirve en este caso porque lo interesante es* saber cuándo los motores emiten menos contaminantes* a la atmósfera, es decir, CO, CO2, NOx, partículas, etc.

Para saberlo se han realizado diversos estudios como el de Arthur van Benthem (economista) What is the optimal speed limit on freeways? así como el publicado por la OECD Can Cars Come Clean?, por citar sólo algunos, en los que se ha determinado la relación entre la velocidad y las emisiones.

Gráfico emisiones contaminantes

Si observamos los dos gráficos anteriores podemos ver cómo las curvas presentan una zona en la que las emisiones medias son más bajas, situada entre aproximadamente los 45 km/h (28 mph) y los 70 km/h (43 mph). Por debajo y por encima de estas velocidades, las gráficas ascienden exponencialmente y tanto el consumo como las emisiones son mucho más altas.

Por lo tanto, sí es cierto que los vehículos a una velocidad de 70 km/h, consiguen un buen compromiso entre un desplazamiento relativamente ágil y unas cifras de contaminación bajas. Sobre todo si tenemos en cuenta que las vías donde se aplican estas medidas cuentan con unas densidades altas de tráfico, lo que hace que su velocidad media real sea mucho menos de los 70 km/h.

Así estudios demuestran que, por ejemplo en la M-30, la velocidad real se sitúa aproximadamente en los 40-45 km/h, lo que de nuevo nos lleva a mantenernos dentro de los niveles más bajos de emisiones por parte de los vehículos.

Los “otros” factores

Pero como decíamos, la reducción de la velocidad no es la única medida necesaria para evitar la contaminación en las ciudades, sino que se debe complementar con otras. Muchas ya las conocemos, como fomentar el uso de la bicicleta o transporte público (lógicamente haciendo que éste sea más eficiente), horarios de entrada y salida flexibles para que el tráfico no confluya a la misma hora, usar más la moto, compartir vehículo, etc.

Otras recaen en nuestras manos. Por ejemplo, realizar una conducción eficiente que evita las aceleraciones y frenadas bruscas. Además de maltratar el vehículo así como consumir y contaminar más, facilita la creación de atascos. Mantener una velocidad constante, conduciendo con anticipación y guardando suficiente espacio con el vehículo que nos precede, nos permitirá ir modificando nuestra velocidad con mayor suavidad.

Nos pese o no, las ciudades son para las personas y no para los vehículos.

Lo último

Lo más leído