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¿Cuándo debemos cambiar las pastillas de freno de la moto?

Fotos: Galfer
Aunque es un elemento vital de seguridad y la única manera de controlar dónde y cuándo paramos la moto, la cruda realidad es que muchos usuarios no prestan la atención correspondiente al sistema de frenado. Repasamos los momentos fundamentales en los que se deben cambiar las pastillas de freno de la moto.

Al ver las motos de algunos usuarios, se puede llegar a deducir que piensan que el freno es infinito o que hasta que no se “llegue a la chapa” no hay problema y se pueden utilizar las pastillas hasta la última micra. Pero esto no es así, hay momentos en los que debemos sustituir las pastillas de freno de la moto, además de mantener siempre en perfecto estado el sistema de frenado completo, desde los discos a las pinzas, pasando por latiguillos y bombas.

En cualquier caso, vamos a dar forma a cuatro supuestos en los que la sustitución de las pastillas de freno se podría considerar obligatoria.

Por desgaste

Este es el primero de los supuestos que tratamos porque, básicamente, es el que se da con mayor asiduidad. Estamos hablando de una parte de nuestra moto con uno de los desgastes mayores junto con el del kit de arrastre y los neumáticos y por eso hay que prestar atención.

Sin embargo, aunque la mayoría entienden que tienen que sustituir las pastillas de freno de la moto de manera periódica, no tienen claro cada cuanto hacerlo. Pues bien, en más o menos sencillo saberlo y es que la parte con la que se frena, la que está en contacto con el disco y que se conoce como material de fricción, viene marcada con diferentes surcos. Estos surcos son testigos de desgaste y cuando ya no se ven, significa que ha llegado el momento de cambiar las pastillas. Si hablamos de medidas, el final de los surcos llega cuando nos quedan unos 2 milímetros de pastillas. Aunque es cierto que lo mejor es no apurar tanto y cambiarlos un poco antes, especialmente si tenemos pensado hacer algún viaje con la moto.

Repasamos las ocasiones más habituales

Por aceite

Aunque a simple vista pueda parecer algo sin importancia, lo cierto es que si alguna de las dos barras de la suspensión delantera pierden su líquido, puede que este termine cayendo sobre la pinza de freno y manchando las pastillas. En caso de motos con una sola pinza de freno, únicamente afectaría en caso de tener una fuga en el lado de la pinza.

Cuando esto sucede, el aceite forma una película en el material de fricción, que además absorbe el aceite y el disco. Así, cada vez que intentemos frenar la capacidad será mucho menor. Además, el aceite absorbido irá saliendo a la superficie de la pastilla cuando esta se caliente, por lo que en un principio puede dar la sensación de que todo va bien aunque no sea así.

Pastillas de freno cristalizadas

Aunque cada vez es menos frecuente, las pastillas de freno aún se cristalizan. Frenadas suaves y prolongadas que hacen que la temperatura de la pastilla aumente considerablemente. Como consecuencia, la superficie de la pastilla pierde su adherencia y la frenada de nuestra moto se resiente. Es en ese punto cuando debemos sustituir las pastillas por unas nuevas y la frenada de la moto volverá a ser la que era.

Cambio de disco

Normalmente, cuando se cambian los discos de freno es porque han llegado al límite de su vida útil y lo suelen hacer a la par que las pastillas. Aún así, también podemos vernos en la situación de que tengamos que sustituir el disco de freno y consideremos que aún nos queda pastilla por usar. En ese caso también hay que cambiar las pastillas, ya que estarán adaptadas al disco anterior y no funcionarán correctamente en un disco nuevo.

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