Imagina (o recuerda) una rodada con amigos, sin más pretensión que divertirte y disfrutar de una pista como la Silverstone, donde MotoGP va a celebrar su 75 aniversario, para ti solo. Pues ahora imagina que esos amigos tienen apellidos como Rossi, Dunlop, Bautista, Mamola, Bagnaia, Bezzecchi, Locatelli, Rea, Quartararo, Rins… ¡menuda fantasía para los sentidos!
La mala noticia para nosotros es que este evento, al que han llamado con todas las razones del mundo Trackday of Legends y que ha organizado Monster, no ha contado contigo o conmigo de invitados, así que nos toca disfrutar en la distancia y conformarnos con las fotos y algunos vídeos.
Obviamente sabe a poco, pero ver a tantos pilotos de ese nivel en una pista simplemente rodando, disfrutando, con sus piques pero sin la presión de los cronos tiene su encanto. En cierto modo los acerca un poco más a la “tierra”, a lo que podemos ser cualquier el fin de semana que nos acercamos a una pista a quemar adrenalina, intentar ir lo más rápido posible por diversión y disfrutar.
Pero claro, la diferencia es que estos chavales (algunos ya no tanto) son auténticas bestias en lo suyo y todos quieren demostrar que podrían ser el mejor. Aun así, no deja de ser sorprendente la manera en la que interactuaron entre ellos porque no es lo mismo MotoGP que correr en el TT.
Rossi y McGuinnes compartiendo rodada
¿Te imaginas a Rossi y McGuinnes rodando juntos? Pues sí, eso también pasó. Y lo más curioso es que fue Valentino quien le dio ruedas al bueno de McPint, para que este lograse su vuelta personal más rápida en el trazado británico. Justo lo que tú y tus amigos hacéis cuando entráis en pista, ayudarse a ser más rápidos.
The ultimate 2-wheel grid 🤩 #TDOL pic.twitter.com/K8Gr2DKEDU
— Monster Energy (@MonsterEnergy) June 21, 2024
Y mientras eran Dunlop y McGuinnes los que ya bajados de la moto les explicaban a Morbidelli o Bezzechi algunas de las particularidades del TT y de la montaña. Y es que además de acción en pista, tuvieron una cena previa y mucha charla. Ya solo por escuchar esas conversaciones, historietas y chascarrillos cualquier hubiera querido estar allí, humanizando a estos mitos que tantas alegrías nos han brindado.